El Obispo de Cartagena anima a despertar la esperanza en la celebración del Resurrexit.
La iglesia de Santa María de Gracia de Cartagena acogió el sábado por la noche la celebración del Resurrexit, en honor a Nuestro Padre Jesús Resucitado. Este acto, en el que se unen las cuatro cofradías de Semana Santa de Cartagena, anuncia el mensaje de esperanza que abriga la pasión y muerte de Jesucristo.
El Obispo de la Diócesis de Cartagena, Mons. Lorca Planes, presidió esta celebración a la que asistió la Alcaldesa de Cartagena, Dña. Pilar Barreiro y varias autoridades civiles y militares. Junto a Mons. Lorca en el Altar, estuvo el Vicario de Cartagena, D. José Abellán, otros sacerdotes y algunos seminaristas. Intervinieron cofrades de las cuatro cofradías, entre la multitud de fieles que llenaba el templo.
El Pastor Diocesano les alentó a confiar en la misericordia de Dios y a «aprovechar todas las oportunidades para profundizar y crecer en la fe, acercándonos al misterio divino». El Sr. Obispo explicó que «el corazón es el centro de la persona» y que «en Jesucristo encontramos el camino para vivir de corazón el misterio de Dios». «La persona de Jesús nos sitúan ante la presencia de Dios vivo y encarnado»- señaló. En este sentido, remarcó que «para conocer plenamente a Dios es necesario seguir a Jesús».
«Dios es mucho más grande que nuestra debilidad y nuestras dudas»- indicó el Prelado. Así, propuso a los presentes «buscar a Dios y dejarse encontrar», reconociendo que somos frágiles. «Dios conoce el fondo de nuestro corazón y sigue actuando»- aseveró. De igual modo, subrayó que «Dios está presente en la historia de las personas, para hacernos ver que todo es posible para aquel que cree en Él».
Mons. Lorca Planes deseó a los cartageneros que «al inicio de la Semana Santa comencéis un tiempo apasionante para despertar la esperanza». «Dios hizo que resucitara Jesucristo venciendo a la muerte – precisó. – Nuestros problemas, dificultades, sinsabores… se quedan pequeños con el poder de Dios». «Para esta Semana Santa, pido a Dios que os ayude para entrar en su presencia, porque sólo desde Él entenderéis el corazón del hombre».