Unas 3.000 personas participaron en la peregrinación a Caravaca de las zonas pastorales de Murcia y Suburbana I.
Peregrinar a Caravaca es «un regalo de Dios», así lo manifestaba el obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, ante los 3.000 peregrinos que llenaban la explanada de la basílica de la Vera Cruz el pasado sábado por la mañana. Llegados desde los municipios de Murcia, Alcantarilla y Molina de Segura, de las parroquias que pertenecen a las vicarías de Murcia y Suburbana I.
El obispo presidió la Misa del Peregrino, acompañado por los vicarios de Murcia y Suburbana I, José Sánchez y Manuel Guillén; así como por una treintena de sacerdotes que sirven en estas zonas pastorales y que también estuvieron administrando el Sacramento de la Reconciliación.
Mons. Lorca recordó una vez más que peregrinar a Caravaca es una oportunidad para encontrarse «con la misericordia de Dios y disfrutar de las alegrías del encuentro con el Señor y con los demás». El obispo asemejó las dificultades que puede acarrear el camino para el peregrino con las propias experiencias complicadas que pueden surgir en la vida de cada uno. Animó a todos los presentes a vivir intensamente la Eucaristía para después «marchar con alegría y esperanza en el corazón».
Al finalizar la celebración en la explanada, los peregrinos pudieron adorar la Sagrada Reliquia en el interior de su basílica santuario.
Con la del sábado se iniciaban las peregrinaciones a Caravaca de la Cruz por zonas pastorales que se desarrollarán entre febrero y abril. La próxima tendrá lugar el 2 de marzo, con la peregrinación de la Vicaría Suburbana II; el 9 de marzo será el turno de la Vicaría de Cartagena; las parroquias del Campo de Cartagena – Mar Menor lo harán el 16 de marzo; el 13 de abril será la peregrinación de la Zona Pastoral de Lorca; el día 20 tendrá lugar la peregrinación de la Vicaría Caravaca – Mula; y la última zona en peregrinar será la de Cieza – Yecla, que lo hará el 27 de abril.
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