A las felicitaciones con motivo de su nombramiento como Administrador Apostólico. Agradezco vuestras felicitaciones y, muy especialmente, vuestra oración pidiendo la ayuda del Espíritu Santo.
Lamento, por falta de tiempo, no poder hacerlo personalmente.
Unido a mi gratitud, recibid un cordial saludo en Cristo.
Miguel Ángel Cárceles.