En la mañana del 8 de abril, en la S.A.I Catedral de Cádiz, tuvo lugar la celebración de los XXV años de la ordenación episcopal de nuestro Obispo emérito, Mons. Antonio Ceballos Atienza.
El Obispo emérito concelebró una Misa de Acción de Gracias, junto con el Obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy, y miembros del clero diocesano, religiosos y fieles que estuvieron acompañándole. Destacó la presencia del cardenal, arzobispo emérito de Sevilla, Mons. Carlos Amigo; el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo; al mismo tiempo que otros obispos venidos de distintos puntos de la geografía española.
En primer lugar tomó la palabra Mons. Rafael Zornoza, que dio la bienvenida a Mons. Ceballos «en la vuelta a su casa en estos veinticinco años de ordenación episcopal»: «Aquí has predicado al pueblo de Dios en la caridad de Cristo. En tu ministerio episcopal has transmitido aquellas gracias y experiencias vividas como sacerdote en Jaén; las que viviste como párroco, como profesor del Seminario, como director espiritual y rector, como delegado del clero y como canónigo de la Catedral. En la diócesis de Cádiz y Ceuta sabemos que has dejado lo mejor de ti mismo y siempre te tenemos presente con gratitud y cariño».
Por su parte, Mons. Antonio Ceballos, ante una catedral llena de fieles, dio las gracias a todos los presentes, en especial a Mons. Zornoza por su invitación en este día. Mons. Ceballos, acordándose del día que fue ordenado obispo de Ciudad Rodrigo, dijo: «Vivamos todos una celebración Jubilar muy jubilosa, muy filial, muy sencilla, muy íntima. En estos veinticinco años, ¡cuánta gracia ordinaria y extraordinaria recibida! He tratado de mantenerme en una actitud de amor y de humildad. Hace veinticinco años que la Santa Iglesia me hizo obispo, pero muy indigno y pobre».
Al mismo tiempo, el obispo emérito de Cádiz y Ceuta, hizo balance de estos veinticinco años de ordenación episcopal: «A veinticinco años de distancia constato que inicié mi nuevo ministerio con entusiasmo, humildemente y con fortaleza. He dado prueba de debilidades, de nuevos impulsos, de una voluntad tenaz. A veinticinco años de distancia me viene el recuerdo de mis culpas y mis flaquezas».
Mons. Ceballos cumplió los veinticinco años de ordenación episcopal el pasado 25 de marzo. Por coincidir con la Semana Santa, la celebración de la efeméride, de acuerdo con Don Antonio, se trasladó a la citada fecha.