Mons. Rafael Zornoza celebró Pentecostés en la S.A.I. Catedral de Cádiz en el día de la Acción Católica y de Apostolado Seglar, acompañado por el Cabildo Catedralicio, y varios miembros de la curia diocesana.
La Delegación de Apostolado Seglar convocó a los fieles a la celebración de la Solemnidad de Pentecostés, en la que el prelado en su homilía recordaba que «Si no hay Espíritu, no hay vida de fe. Cristo nos regala la paz y nos ofrece su propia vida, su consuelo, igual que nos muestra sus manos de las que brota ya este don inestimable que nos da la vida».
El Obispo diocesano continuó expresando que en esta fiesta solemne «abrimos una vez más nuestro corazón sabiendo que la celebración de Pentecostés nos recuerda el ser de la Iglesia y de los cristianos, y también de nuestra propia misión. Esta Iglesia que se presenta como luz para gente y como esperanza y alegría para los hombres, repite en el nombre de Cristo Como el Padre me ha enviado, así os envío yo«.
La Iglesia recuerda que «los laicos pueden llevar el mandato de Cristo» continuaba el prelado, «Muchos de vosotros pertenecéis a movimientos eclesiales, una bendición que ya obra el Espíritu, que da sus carismas, que no se queda en esa unicidad, si no que reparte sus dones, así sienten la llamada a la evangelización».
Agradecido por la misión apostólica de los movimientos diocesanos, concluyó su homilía con unas palabras de gratitud «Hablar de acción apostólica, de misión, no es hablar de división, ni de divergencias, todo lo contrario. Su vivimos en la comunión del Padre, Hijo y Espíritu Santo, desarrollaremos una verdadera espiritualidad. Agradezco a los movimientos diocesanos que son fortalecidos en la fe para mejorar y reflexionar en el mundo de hoy. Mi gratitud a todos vosotros, consejos pastorales, a los sacerdotes que os acompañan, y a los religiosos y religiosas que consagran su vida a Cristo».
Tras la celebración, Mons. Zornoza hizo entrega de las medallas Pro Ecclesia Gadicense et Septense a María Luisa Marente, Mercedes Cañizares y Carlos García de Paredes, cuya labor en nuestra comunidad diocesana ha sido digna de este reconocimiento en favor de la Iglesia en ámbitos como la atención a la comunidad parroquial, la caridad o el desarrollo de iniciativas pastorales.