Semana Santa 2008

Diócesis de Cádiz-Ceuta
Diócesis de Cádiz-Ceutahttps://www.obispadocadizyceuta.es/
La diócesis de Cádiz y Ceuta es el resultado de la unión de la Gadicensis y Septensis bajo un único obispo titular, proceso que se inició en 1857 y culminó en 1933. Es sufragánea de la Archidiócesis de Sevilla y no tiene enclaves territoriales en otras diócesis ni de otras en su demarcación.

Carta Pastoral del Obispo de Cádiz y Ceuta, D. Antonio Ceballos Atienza. Mis queridos diocesanos:

La Semana Santa está muy metida en el corazón del pueblo cristiano, a pesar de la secularización de la vida. Crece el número de quienes participan en los oficios litúrgicos en las Iglesias. Bastantes grupos de jóvenes celebran en Residencias o al aire libre el misterio de la muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.

1. Vaciamiento del mensaje de la Cruz

Para mí no es la falta de asistencia a la Iglesia el índice más preocupante de secularización de la vida. Hay un indicio aún más preocupante: convertir en espectáculo la infamante y espantosa agonía de un crucificado por los pecados de todos. Comprendo lo extraño, repugnante y disparatado del mensaje de la cruz para el hombre de ayer y de hoy. Comprendo que eso que llamamos “modernidad” no aguante tal mensaje y lo rechace como algo sin sentido. Pero me rebelo contra la pretensión de hacerlo pasar por un espectáculo. Si la fe cristiana no quiere disolverse y desaparecer, habrá de proteger, en toda su verdad y fuerza, el mensaje de la cruz. Cuando se haya vaciado el mensaje de la cruz en puro y simple arte, el cristianismo irá desapareciendo. De ello seremos responsables los cristianos, por el modo como hayamos recordado, celebrado y, sobre todo, vivido la muerte del Señor.

2. Época dramática

Estamos pasando por una de las épocas más dramáticas de la historia. Quizá por eso la gente necesita escapar de la realidad tan dura y refugiarse en el espectáculo. Dejemos, al menos, la imagen del Crucificado como un lugar donde encontrar la esperanza.

Este vaciamiento del mensaje es una de las señales más patentes de secularización de nuestra sociedad, aún de su decadencia humana por más que se la quiera tapar con el nombre de “cultura”.

Mucho camino tuvo que recorrer la fe cristiana hasta atreverse a representar a Jesús colgado en la cruz. Las primeras generaciones lo evitaron. Uno de los pensadores cristianos más grandes de todos los tiempos, Orígenes, escribía en el siglo III: “La muerte en cruz, suprema infamia”. Aparte de la crueldad del suplicio de la crucifixión, a esta forma de muerte en cruz sólo se condenaba a esclavos, sediciosos y bandidos.

En mis muchas correrías por los pueblos, tierras y mares gaditanos y ceutíes hay algo que me ha maravillado y me ha dado mucho que pensar. Me refiero a bellísimas imágenes de Cristo crucificado. Las hay atormentadas y próximas a nuestro dolor y desamparo; las hay serenas y cercanas a la victoria de Dios sobre la muerte. De todos modos, son una señal de la honda fe de nuestro pueblo.

3. Contemplar al Crucificado

En una de sus cartas dice San Pablo que para sus paisanos la cruz resulta “un escándalo” y para los paganos “una locura” (cf. 1Co,1,23). Hoy, a mucha gente, el crucificado ya no le parece ni escándalo ni locura. Para ellos su imagen no pasa de ser, en algunos casos, algo artístico, bonito e interesante. De todos modos, se han acostumbrado a verla y no les dice nada: cosa impensable en tiempos de Jesús, ya que la Cruz era el suplicio más horroroso e infamante.

Sería necesario que nuestras imágenes, tan embellecidas, no ocultasen al crucificado, y en ellas Él mismo saliese al encuentro de tantos que las miran con ojos más o menos curiosos y distraídos. Pero la verdad es que tenemos a mano unas imágenes del Crucificado que no nos lo ocultan y, sin embargo, apartamos la mirada de ellos, porque no son bellas ni interesantes: los enfermos, los miserables, los maltratados injustamente, los orillados.

4. Verdaderas catequesis plásticas

Llega la Semana Santa con sus desfiles procesionales de imágenes del Crucificado atormentados y serenos. Las procesiones son verdaderas catequesis plásticas que contemplan niños, jóvenes y adultos. Los cristianos durante estos días tenemos una gran responsabilidad: testimoniar, convenientemente, mediante la participación activa no sólo en los desfiles procesionales sino en los oficios litúrgicos, el mensaje de la reconciliación de Dios con los hombres por la muerte y resurrección de Jesús. Todas las Hermandades y Cofradías, y toda la comunidad de creyentes deberían aspirar a que los Oficios, Vía crucis y Procesiones se llevaren a cabo de tal modo que pudieran suscitar, aún en los espectadores distraídos, la nostalgia de un mundo reconciliado, justo y pacificado.

¡Feliz Semana Santa 2008!

+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

Cádiz, 14 de marzo de 2008

Contenido relacionado

La Iglesia Mayor de San Mateo Apóstol acoge un concierto de Mons. Marco Frisina

El próximo domingo, 30 de junio, a las 19.00 horas, el...

Cáritas y Santa Food firman un convenio para mejorar la seguridad y asesoramiento alimentario...

El convenio beneficiará, principalmente, la labor que se realiza en el...

Cáritas Diocesana de Cádiz celebra el I Encuentro de Empresas y Entidades Colaboradoras

Casi un centenar de empresas y entidades colaboran con Cáritas en...

Enlaces de interés