Jesús Fabra, Benjamín Toro y Rubén Vargas fueron ordenados como diáconos de la Diócesis de Cádiz y Ceuta en una ceremonia presidida por el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy.
En la tarde del 28 de septiembre, en la S.A.I. Catedral de Cádiz, los tres seminaristas de San Bartolomé dieron el paso previo al sacerdocio. Jesús Fabra, Benjamín Toro y Rubén Vargas asumieron el compromiso de servir a la Iglesia y al pueblo de Dios.
Ante una catedral completamente llena el obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, les ordenó como diáconos. El prelado aseguró que «el diácono personifica para toda la Iglesia algo que es para siempre; un servicio de amor, misericordia y compasión, que supone darlo todo».
Refiriéndose a este servicio, el obispo diocesano afirmó que «este es un servicio esencial, constitutivo, el servicio de la vida». Asimismo, Mons. Zornoza les pidió que vivan a partir de ahora un servicio activo dentro de la Iglesia, teniendo convicción a la hora de predicar la palabra de Dios.
Por otro lado, el obispo de Cádiz y Ceuta tuvo palabras para los más necesitados dirigiéndose a los nuevos diáconos, para que llenos de esa compasión que asumen, con esta ordenación, «inviten a los pobres, compartiendo con ellos su sufrimiento y dando a los que no tienen lo que necesitan para vivir, pero también evangelizando».