Carta pastoral del Obispo de Cádiz con motivo del Día de las Migraciones Mis queridos diocesanos:
La celebración de la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado el próximo domingo, día 20 de Enero, nos invita, una vez más, como Iglesia diocesana, a poner nuestra mirada y nuestro corazón ante la realidad de las migraciones y a contemplar la presencia de los extranjeros en nuestra tierra.
La realidad migratoria en nuestra Diócesis
Como sucede en el conjunto de la sociedad española, el fenómeno migratorio también ha ido creciendo entre nosotros y, en la actualidad, la población extranjera empadronada en la provincia gaditana ascendía, a 1 de enero de 2.007, a 36.726 personas. Se trata de una realidad plural y compleja con la presencia de extranjeros llegados de todos los continentes y procedentes de muy diversos países, culturas y religiones.
El fenómeno migratorio se va extendiendo progresivamente en nuestros barrios y en nuestros pueblos, convirtiéndose, en general, en un factor positivo en el entramado de relaciones sociales de nuestra sociedad.
A pesar de esta visión positiva, siguen existiendo algunos hechos muy preocupantes que reclaman nuestra atención y la del conjunto de la sociedad.
El grave drama de los accidentes mortales en la travesía del Estrecho, nos vuelve a sobrecoger a todos, en estos días, con la tragedia de la muerte de, al menos, seis personas jóvenes procedentes de la otra orilla. No sabemos si habrán desaparecido más personas en ese lamentable y trágico accidente.
Elevamos una sincera plegaria al Dios Misericordioso, por ellos y por sus familias y le pedimos que nos ilumine a todos y nos guíe para encontrar auténticos caminos de vida entre las dos orillas. Todos hemos de asumir el compromiso, cada cual desde su responsabilidad, de trabajar decididamente a favor de unas fronteras que promuevan la vida, la dignidad, la justicia y las relaciones cordiales y fraternas entre las personas y los pueblos.
Los jóvenes migrantes
El Papa Benedicto XVI, en el Mensaje de esta Jornada Mundial, nos invita a reflexionar en particular sobre los jóvenes migrantes.
El Santo Padre describe magníficamente los problemas de los jóvenes migrantes que con frecuencia son comunes a la sociedad en la que viven. El amplio proceso de globalización en el mundo, dice en su Mensaje, lleva consigo una necesidad de movilidad que impulsa también a muchos jóvenes a emigrar y a vivir lejos de sus familias y de sus propios países. Como consecuencia de esto, la juventud abandona a menudo los lugares de origen.
Los jóvenes viven de manera especial los procesos de integración y la problemática de conciliar sus propias raíces en la nueva sociedad que les acoge. El Papa, en su Mensaje, describe la situación en los siguientes términos: Los jóvenes migrantes son particularmente sensibles a la problemática constituida por la dificultad de la doble pertenencia. Por un lado, sienten vivamente la necesidad de no perder la cultura de origen, mientras, por el otro, surge en ellos el comprensible deseo de insertarse orgánicamente en la sociedad que les acoge.
También, en el Mensaje Pontificio, se llama la atención de una situación que nos afecta muy directamente en nuestro enclave fronterizo: ¿qué decir de los menores extranjeros no acompañados?
El tránsito de los menores extranjeros no acompañados tanto a la ciudad de Ceuta, como a través de distintos procedimientos a nuestra Provincia de Cádiz, se ha situado – en este año pasado – en una cifra superior a los quinientos menores. Es una de las dimensiones más problemáticas de las migraciones de los jóvenes en nuestra Diócesis.
Estamos ante uno de los retos y desafíos más importantes, que nos debe de interpelar a todos por el modelo de sociedad que estamos construyendo – también a nuestra Iglesia diocesana – y que reclama una actuación de colaboración decidida entre las dos orillas para abordar esa grave problemática.
Algunos datos sobre la presencia de jóvenes extranjeros entre nosotros
La edad media de la población extranjera en la Provincia de Cádiz es de 36.7 años, lo que nos permite avanzar en el análisis de que un destacado porcentaje de extranjeros está situado en una franja de edad joven.
Respecto de los adolescentes, a fecha 1 de enero de 2.007, en la provincia de Cádiz constan empadronados un total de 5.657 jóvenes menores de 16 años, de los que 2.922 son varones y 2.731 son mujeres. En el presente curso, el número de jóvenes extranjeros que se encuentran matriculados en Centros Educativos de la Provincia de Cádiz asciende a 5.245, lo que supone 876 más que en el curso pasado.
Ante esta realidad, se nos plantea la siguiente pregunta: ¿Cómo responder a las expectativas de los jóvenes migrantes? ¿Qué podemos hacer por ellos?
Esta presencia de jóvenes nos urge, como Comunidad eclesial, a la misión y a la tarea pastoral de salir a su encuentro y de acompañarlos en el proceso común de integración en nuestra sociedad y en nuestras comunidades.
La Familia y la Escuela juegan un papel fundamental en el proceso formativo de estos jóvenes migrantes, en la educación en valores y en su integración armónica en la sociedad. El empeño de todos – docentes, familias y estudiantes –contribuirá ciertamente, a ayudar a los jóvenes migrantes a afrontar del mejor modo posible el desafío de la integración y les dará la posibilidad de adquirir todo aquello que puede ser provechoso para su formación humana, cultural y profesional.
El documento pastoral: “La Iglesia en España y los inmigrantes”.
El pasado mes de noviembre, la Conferencia Episcopal Española, reunida en asamblea plenaria, aprobaba el documento pastoral “La Iglesia en España y los inmigrantes” , un instrumento muy valioso para nuestras Parroquias y Comunidades porque ofrece una serie de pistas para la acción pastoral y valora la presencia de los inmigrantes entre nosotros, como una oportunidad histórica para la misión, la evangelización, el enriquecimiento de nuestras comunidades, el diálogo ecuménico e interreligioso y para vivir la experiencia de la catolicidad, una de las notas más características de la Iglesia.
La Parroquia, espacio para la acogida y el encuentro de los jóvenes migrantes
Este documento de los Obispos, sitúa a la Parroquia como el espacio más idóneo para la acción pastoral con los inmigrantes y como el lugar natural de encuentro y de comunión de los migrantes y de los distintos grupos étnicos católicos, así como un apoyo muy adecuado para la integración social en el barrio, para aquellos, católicos o no, que se ven limitados por la diversidad de lengua, tradición y cultura.
En esta ocasión, quiero hacer una fuerte llamada a las Parroquias y a todas las Comunidades de nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta para la misión pastoral de salir al encuentro de las familias migrantes y, de manera especial, para dar a
cogida y acompañamiento a todos los jóvenes y menores migrantes presentes entre nosotros.
Trabajar por el Reino de Dios y por hacer avanzar en nuestro mundo la paz, la justicia y el amor, supone – en este campo de las migraciones – trabajar decididamente por una integración armónica y equilibrada de los trabajadores inmigrantes, de sus familias y de todos sus jóvenes y menores, haciéndoles partícipes y protagonistas, junto a todos nosotros, del futuro de nuestra sociedad.
El compromiso de los jóvenes por una nueva sociedad que fomente los valores del encuentro y la concordia entre las diversas culturas.
Quisiera hacer una llamada especial y directa a los propios jóvenes, animándolos a un compromiso decidido para fomentar los valores del encuentro, la concordia y la amistad entre unos y otros, entre los jóvenes autóctonos y los jóvenes migrantes, entre los jóvenes que están recién llegados y aquellos otros jóvenes que han estado siempre entre nosotros.
Ante los posibles brotes de rechazo o de racismo que algunos agoreros puedan alimentar, hemos de fortalecer el mundo de los valores humanos que dignifican a todas las personas por igual y trabajar decididamente a favor de una nueva sociedad fraterna y justa.
Os animo a participar en la Campaña de sensibilización y reflexión que prepara para este trimestre el Secretariado diocesano de Migraciones, junto a otras instituciones y organizaciones, entre los jóvenes de las dos orillas para evitar los graves riesgos y las tragedias de las migraciones clandestinas, promoviendo que las fronteras de las dos orillas sean espacios de amistad y de encuentro entre los pueblos.
Creo en la gran fuerza creativa que tienen los jóvenes y confío en su audacia y en su coraje para fomentar la amistad y el encuentro cordial entre las diversas culturas y los diversos pueblos.
A este trabajo educativo y comprometido emplazo a las Parroquias y Comunidades, a todas las familias cristianas, a los responsables pastorales, a los catequistas de jóvenes y de niños, a los educadores y profesores cristianos, a los distintos grupos, movimientos y organizaciones juveniles cristianas, y, de una manera muy directa, a todos los jóvenes migrantes y autóctonos cristianos.
Hago mías las palabras del Papa Benedicto XVI, en su Mensaje de este año: Queridos jóvenes migrantes: preparaos a construir, con vuestros coetáneos, una sociedad más justa y fraterna, cumpliendo escrupulosamente y con seriedad vuestros deberes con vuestras familias y con el Estado. Respetad las leyes y no os dejéis llevar nunca por el odio y la violencia. Procurad, más bien, ser protagonistas, desde ahora, de un mundo donde reinen la comprensión y la solidaridad, la justicia y la paz. Jesús quiere que seáis verdaderos amigos suyos y sus testigos y por esto es necesario que os comprometáis a vivir con valor el Evangelio, traduciéndolo en gestos concretos de amor a Dios y de servicio generoso a los hermanos. La Iglesia os necesita y cuenta con vuestra aportación.
Santa María del Camino
Que María, la Virgen Santa que emigró con José y con su Hijo Jesús a Egipto, cuide de vuestras familias y de todos vosotros los jóvenes migrantes. Que Ella nos proteja a todos y nos aliente en el camino.
Reza por vosotros, os quiere y bendice
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
