Carta Pastoral del Obispo de Cádiz y Ceuta, D. Antonio Ceballos Atienza, con motivo de la XLIII Jornada Munciadl de las Comunicaciones Sociales. Mis queridos diocesanos:
El próximo domingo 24 de mayo se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, con el siguiente lema: Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. Promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad.
1. Importancia de las nuevas tecnologías
Una vez más, me dirijo a vosotros, amadísimos diocesanos, para reflexionar sobre el alcance e importancia de estos medios modernos de difusión de ideas e imágenes que la técnica actual pone a nuestro alcance, y sobre los derechos y deberes que todos tenemos en este campo de las relaciones humanas, a fin de que de su recto uso se sigan beneficios y no daños para la convivencia humana y para la gloria de Dios, y la implantación de su Reino.
Efectivamente, es muy grande la importancia que tienen las nuevas tecnologías para el hombre del siglo XXI. El Papa Benedicto XVI en su Mensaje de este año se expresa en estos términos: "Las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas. Estos cambios resaltan más aún entre los jóvenes que han crecido en estrecho contacto con estas nuevas técnicas de comunicación y que, por tanto, se sienten a gusto en el mundo digital" (Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, "Nuevas tecnologías, nuevas relaciones. promover una cultura de respeto, de diálogo, de amistad", 24-01-09).
2. Significativo mensaje para los jóvenes
El Mensaje de este año reviste una significación particular para los jóvenes y para la llamada generación digital, dado que por encontrarse en un período de formación, los mensajes emitidos por los distintos medios de comunicación social contribuyen decididamente a configurar el talante personal, social y religioso de sus vidas. La Iglesia desea que centremos la reflexión de este día en la influencia ambivalente que dichos medios ejercen en la formación humana y cristiana de las jóvenes generaciones.
3. Grandes beneficios
Los jóvenes pueden obtener grandes beneficios, si hacen un recto uso de los medios. Ellos "se han dado cuenta del enorme potencial de los nuevos medios para facilitar la conexión, la comunicación y la comprensión entre las personas y las comunidades, y los utilizan para estar en contacto con sus amigos, para encontrar nuevas amistades, para crear comunidades y redes, para buscar información y noticias, para compartir sus ideas y opiniones" (Benedicto XVI, Ibid.).
Los jóvenes, además de recibir una influencia veraz y objetiva, comienzan a abrirse como espectadores a las esperanzas y angustias de un mundo, en el que un día no muy lejano ocuparán los puestos de decisión y de responsabilidad. Y finalmente, al entrar en contacto con las ideas y producciones de otros hombres más experimentados, pueden ir aprendiendo los grandes ideales de paz, justicia, solidaridad y respeto a los derechos humanos, al mismo tiempo que se reafirman las verdades y valores del Evangelio, en los que muchos de ellos fueron iniciados por la familia y la comunidad cristiana.
Sin embargo, son también grandes y muy graves los riesgos que corren los jóvenes cuando se exponen sin las debidas cautelas, a la influencia, muchas veces determinantes, de los medios modernos de comunicación social. Su formación religiosa puede resultar seriamente comprometida por una serie de ideas aceptadas acríticamente o por unos espectáculos abiertamente contrarios a la moral y a la dignidad con que deben ser tratados los temas. Otro de los riesgos es este: es tal la eficacia persuasiva de estos medios modernos de comunicación que pueden privar al joven de toda capacidad de reacción personal, imponiéndole una masificación en el pensar y en el vivir.
4. Promover una cultura de respeto, diálogo y amistad
Los profesionales de los medios de comunicación social y todas las personas de buena voluntad deben ser conscientes de su gran responsabilidad ante Dios y la sociedad, debido precisamente al tremendo poder de persuación de los medios que utilizan y a su poderosísimo influjo en la vida privada y pública de los lectores y espectadores, una mayoría de los cuales normalmente son jóvenes.
Por tanto, afirma el Papa: "Quienes se ocupan del sector de la producción y difusión de contenidos de los nuevos medios, han de comprometerse a respetar la dignidad y el valor de la persona humana (…) quienes las usan -las nuevas tecnologías- deben evitar compartir palabras e imágenes degradantes para el ser humano, y excluir por tanto lo que alimenta el odio y la intolerancia, envilece la belleza y la intimidad de la sexualidad humana, o lo que explota a los débiles e indefensos (…)" (Benedicto XVI, Ibíd.).
"Las nuevas tecnologías han abierto también caminos para el diálogo" que -continúa el Papa- "debe estar basado en una búsqueda sincera y recíproca de la verdad para potenciar el desarrollo en la comprensión y la tolerancia" (Benedicto XVI, Ibíd.).
"El concepto de amistad ha tenido -según nos dice el Papa- un nuevo auge en el vocabulario de las redes sociales digitales que han surgido en los últimos años. Este concepto es una de las más nobles conquistas de la cultura humana. En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amis tad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano" (Benedicto XVI, Ibíd.).
5. Jóvenes católicos
El Papa antes de concluir su Mensaje tiene unas palabras llenas de ternura a los jóvenes católicos. Los exhorta a llevar al mundo digital el testimonio de su fe. Les dice: "Amigos, sentíos comprometidos a sembrar en la cultura de este nuevo ambiente comunitario e informativo los valores sobre los que se apoya nuestra vida (…) A vosotros, jóvenes, que casi espontáneamente os sentís en sintonía con estos nuevos medios de comunicación, os corresponde de manera particular la tarea de evangelizar este "continente digital". Haceos cargo con entusiasmo del anuncio del Evangelio a vuestros coetáneos. Vosotros conocéis sus temores y sus esperanzas, sus entusiasmos y sus desilusiones. El don más valioso que le podéis ofrecer es compartir con ellos la "buena noticia" de un Dios que se hizo hombre, padeció, murió y resucitó para salvar a la humanidad. (…). ¡Sed sus mensajeros!" (Benedicto XVI, Ibíd.).
6. Seria responsabilidad de los propios jóvenes
Considero que los jóvenes deben darse cuenta de que en su manera de pensar y de actuar, están siendo influidos, en buena medida, sin tener conciencia de ello, por los contenidos de estas nuevas tecnologías. Por todo lo cual, los jóvenes, evitando la pasividad de quien deja penetrar en su espíritu, de modo indiscriminado e indolente, cualquier tipo de mensaje o de imagen que los medios de comunicación emitan, deben adoptar la actitud activa y responsable de quien discierne y cr
itica cuidadosamente el tipo de información que recibe y sabe seleccionar los contenidos recreativos y culturales más provechosos para su plena realización personal.
Esto lo conseguirán, principalmente, si usan con moderación dichos medios, si se cercioran a tiempo sobre los juicios que al respecto dan las personas expertas en estas materias y eligen rectamente según criterios elevados, aquellos programas y espectáculos que se distinguen por sus valores morales, científicos o artísticos, evitando, en cambio, todo lo que puede ser causa u ocasión de daño espiritual para ellos.
7. Felicitaciones, aliento y ánimo
Felicito al Director del Gabinete de prensa y Medios de Comunicación Social de nuestro Obispado, y a cuantos en él trabajan, y agradezco vivamente a los Directores de los Medios (radio, prensa , televisión…), y a los periodistas que colaboran con los Medios en la Iglesia de Cádiz y Ceuta.
Aliento a los cristianos, sacerdotes, religiosos y seglares, que trabajan en los Medios de Comunicación Social y usan nuevas tecnologías. Recuerden siempre que su compromiso con la sociedad y con la Iglesia exige, en primer lugar, una gran preparación y competencia profesional. Recuerden, también, que es misión suya, en la medida de sus posibilidades, formar, consolidar y promover una opinión pública en consonancia con el derecho natural y con las doctrinas y preceptos católicos, así como difundir y exponer adecuadamente los hechos relacionados con la vida de la Iglesia. Y si esto es importante para todos en general, piensen en qué medida su trabajo es crucial para la formación de los jóvenes (cf. Benedicto XVI, Ibíd.).
Recuerden, finalmente, que todo mensaje dirigido a los jóvenes no puede quedar indiferente respecto a los valores profundos de la existencia humana, como la primacía de la vida desde el momento de su concepción hasta la muerte natural, la dimensión moral y espiritual, la paz y la justicia, etc., y ha de tomar conciencia de sus compromisos históricos en este tercer milenio. Vaya, pues, para todos los cristianos comprometidos en esta noble tarea mi deseo y mi confianza de que sabréis estar a la altura de lo que la Iglesia espera en este momento de vuestra pericia y afán apostólico.
Os ofrezco ahora estas reflexiones y pautas de comportamiento, tal y como lo expresa el Papa Benedicto XVI, con el deseo de que contribuya al bien de todos, pero especialmente de los jóvenes, a fin de que las nuevas tecnologías estén realmente al servicio del hombre, favorezcan la convivencia, el diálogo, la amistad y la paz, y ayuden eficazmente al desarrollo integral, humano y cristiano, de la persona.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 14 de mayo de 2009