«Desde el silencio y el anonimato, vuestra presencia cerca de los más desasistidos es una hermosa realidad»

Carta del Obispo de Cádiz y Ceuta, D. Rafael Zornoza, con motivo de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada

Queridos consagrados y consagradas.
El próximo día 2 de Febrero, martes, celebramos la XXV Jornada de la Vida Consagrada bajo el lema “Parábola de la fraternidad en un mundo herido”. Son muchos años de esta jornada donde cada vez ponemos la mirada en el misterio de la consagración: consagración de Cristo, consagración de María, consagración de todos los que siguen a Jesús por amor al Reino de Dios.
Si denominar a la Vida Consagrada como “Parábola de la Fraternidad” es ya motivo de meditación y de celebración, el ser conscientes de que caminamos en un “ mundo realmente herido”, especialmente en estas circunstancias, centra nuestra atención en la llamada incesante que Dios nos hace para ser testigos de su amor y de su entrega en los distintos ambientes en que vivimos, trabajamos y servimos a los hermanos.
Nuestra diócesis de Cádiz y Ceuta está sembrada de la presencia viva de los muchos carismas que enriquecen y vitalizan la labor evangelizadora y caritativa que en ellas se llevan a cabo. Esta realidad nos habla de Eclesialidad y de la Comunión necesarias siempre para que la Misión cada día sea más intensa y fecunda en nuestra Iglesia Particular.
En la situación de pandemia en que nos situamos, la Iglesia diocesana, de la que formáis parte está totalmente presente en las situaciones que más afectan a nuestros hermanos –como la presencia espiritual, el ministerio de la Palabra y la asistencia de la Caridad—, elementos esenciales que dan sentido a toda Pastoral, pero que se están viviendo con pasión y entrega especiales en las circunstancias del momento presente.
Quiero que sepáis que os tengo muy presentes. Doy gracias a Dios por todos vosotros. Sé, además que, desde el silencio y el anonimato, vuestra presencia cerca de los más desasistidos es una hermosa realidad que se une al trabajo y al ministerio de Vicarías, Arciprestazgos y Parroquias. La mies nos es común, así como el estar y el sentir con los más débiles.
Que la vivencia y la celebración de este Día de la Vida Consagrada os proporcione, queridas Religiosas y queridos Religiosos, una vivencia vocacional más profunda y una alegría más abierta y sentida en la entrega de la misión que lleváis a cabo en esta parcela del Señor que es nuestra diócesis de Cádiz y Ceuta para seguir tejiendo lazos samaritanos hacia dentro y hacia fuera de la Iglesia.
Con mi gratitud, afecto y bendición.

+Rafael, Obispo de Cádiz y Ceuta

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