60 Aniversario de la Ordenación Sacerdotal del Papa Benedicto XVI

Carta Pastoral del Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Antonio Ceballos Atienza, con motivo de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

Mis queridos diocesanos: 

Este año, en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, celebra el Papa Benedicto XVI el 60 aniversario de su Ordenación Sacerdotal. Con este motivo no solo felicitamos al Santo Padre por esta efeméride singular sino que elevemos oraciones especiales y reforzamos nuestra oración, como hacía la Iglesia de Jerusalén con Pedro en aquella primera hora de la Iglesia (cf. Hch 12,5). 

1. Sucesor de Pedro 

En la solemnidad de San Pedro y San Pablo oímos de nuevo y proclamamos las palabras del Señor: “Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos” (Mt 16,18-19). El Señor ha cumplido su promesa al confiar a Pedro, tras su resurrección, la función de Pastor supremo de sus ovejas: “Apacienta mis ovejas” (Jn 21,17). 

Nuestra fe católica confiesa que esta función suprema que el Señor confió a Pedro en la Iglesia naciente se perpetua y permanece en la historia a través de los sucesores de Pedro y los Papas: “Aquello que Cristo el Señor, supremo pastor de los pastores y gran pastor del rebaño, instituyó en el bienaventurado Apóstol Pedro para la conservación perpetua y el bien perenne de la Iglesia, debe por necesidad permanecer para siempre, por obra del mismo Señor, en la Iglesia que, fundada sobre piedra, se mantendrá firme hasta el fin de los tiempos” (Concilio Vaticano I, Constitución Dogmática “Pastor Aeternus”, cap. 2). 

2. Ministerio petrino 

Este ministerio petrino que es la función eclesial de los sucesores de Pedro, tiene como finalidad fundamental salvaguardar la unidad de la Iglesia universal en el respeto a la autonomía y variedad de las Iglesias particulares. El Concilio Vaticano nos recuerda que “el Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la muchedumbre de los fieles” (LG 23). 

La unidad de la Iglesia es un tesoro precioso que debe ser defendido, protegido y promovido continuamente: unidad de fe, y unidad de la disciplina que todos los obispos esparcidos por el mundo deben promover y defender, pero que tienen en el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, su primer guardián y defensor, porque ha recibido del Señor la misión de “confirmar a sus hermanos” (Lc 22,32). 

Como dice el Concilio Vaticano II: “Dentro de la comunión eclesial, existen legítimamente las Iglesias particulares con sus propias tradiciones, sin quitar nada al primado de la Sede de Pedro. Esta preside toda la comunidad de amor, defiende las diferencias legítimas y al mismo tiempo se preocupa de que las particularidades no sólo no perjudiquen a la unidad, sino que más bien la favorezcan” (LG 13). 

3. Misterio de comunión 

La Iglesia es un misterio de comunión. En el corazón de la red universal de las Iglesias particulares, de que se compone, la única Iglesia de Cristo, hay un centro y un punto de referencia: la Iglesia particular de Roma, presidida por su Obispo, el Papa. Entre las Iglesias esparcidas por el mundo y la Iglesia de Roma se establece una circulación vital por la que la sangre parte del corazón hacia las extremidades del cuerpo, y de éstas vuelve al corazón, la Iglesia de Roma.

4. Oración confiada y el “óbolo de San Pedro” 

Os pido a todos los párrocos y sacerdotes de nuestra querida y amada Diócesis de Cádiz y Ceuta que en este día, en el que celebramos la solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo, y este año de un modo singular el 60 aniversario de la Ordenación Sacerdotal de nuestro amado Papa Benedicto XVI, hagáis una catequesis asequible al pueblo sobre la figura, el sentido y el papel singular que tiene al Papa en la Iglesia. 

Os ruego también que elevéis a Dios especiales preces y oraciones por su persona y su ministerio. Y también como signo de nuestra comunión con el sucesor de Pedro y de nuestro agradecimiento a su supremo servicio será la colecta que debéis hacer todos en vuestras parroquias y comunidades. Es el llamado “óbolo de San Pedro”. La Iglesia de Cádiz y Ceuta podrá demostrar con este signo su fidelidad, amor y gratitud al sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI. 

Reza por vosotros, os quiere y bendice,

+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta 

Cádiz, 10 de junio de 2011

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