El pasado martes, 23 de enero, dio comienzo la Novena en honor a Nuestra Señora de la Paz, Alcaldesa Perpetua de Medina Sidonia. Esta celebración es para el pueblo asidonense como una mímesis de Jesús por el Monte Calvario. El pueblo espera expectante al subir las tan empinadas cuestas para encontrarse en el regazo de su Madre de la Paz.
El ejercicio de la Santa Misa estuvo precedido por siete diferentes sacerdotes de la diócesis; y, cada uno de los días, el ejercicio de la Novena fue dedicado a colectivos diferentes. Además, se ha contado con la presencia de los coros parroquiales de Santiago y de San Juan de Dios.
De esta manera, la novena fue predicada, el primer día, por P. Tomás Díaz Artola, párroco de San Jorge de Alcalá de los Gazules, que dedicó la misa a las Hermandades y Cofradías de la localidad. Como en años anteriores, se llevó a cabo el comienzo de la Novena a Nuestra Señora de la Paz, presentándole ante sus plantas los diferentes estandartes de las cofradías de la ciudad. El segundo día, por P. Gerardo de la Hoz Corrales, director Espiritual de la Hermandad. A mediodía se presentaron los niños bautizados durante el pasado año a Nuestra Madre de la Paz. Siendo este símbolo una tradición de amor y entrega de las familias con la Santísima Virgen. Esa misma tarde, y como el resto de los días, se celebró la Santa Misa, en este caso, se llevó a cabo la renovación del Voto. Se tuvo la presencia del alcalde de Medina Sidonia, así como el resto de la corporación municipal y demás fuerzas políticas. La mayor autoridad política renovó el Voto de Alcaldesa Perpetua de la Ciudad a la Santísima Virgen de la Paz.
El tercer día el padre Gerardo de la Hoz dedicó la Novena a las catequistas. Desde la Hermandad se renovó el compromiso con las nuevas generaciones cristianas, fundamental para el crecimiento de esta como del espíritu cristiano del municipio. La labor del catequista es básica para cimentar una rica base con los valores de Cristo y de la Virgen de la Paz,
El cuarto día, el encargado de la predicación fue el sacerdote Iván Llovet Romero, párroco de San Lorenzo, en Cádiz. Esta misa fue dedicada a los costaleros de la tan piadosa Virgen de la Paz. La figura del costalero es fundamental, no solo en los cultos externos de una Hermandad, sino, además, debe ser básica en los cultos internos, así como en el día a día de las parroquias. Por ello, la Hermandad destina uno de los días a la figura del costalero.
El quinto día el padre Juan Carlos Ruiz Pizarro, párroco del Divino Salvador, en Vejer de la Frontera, dedicó su predicación a los jóvenes, parte fundamental del enriquecimiento social, cristiano y parroquial. Por ello, la Hermandad dedicó uno de los días a los más jóvenes de Medina Sidonia.
Por otro lado, el sexto día P. Miguel Ángel Ventura Naranjo, párroco de Santa María del Saladillo de Algeciras, habló de la caridad, básica, no solo en la Hermandad, sino, además en las parroquias y en las diferentes instituciones. Por ello, se dedicó este sexto día la Cáritas parroquial, exaltando su gran labor en el municipio y con los más necesitados.
Por su parte, el séptimo día, el encargado de la predicación fue el padre Felipe Ortiz Sánchez, párroco de San Vicente de Paúl, en Cádiz. Este día se contó con la presencia de las religiosas del municipio, a las cuales se le dedicó la Santa Misa. El octavo día, el sacerdote Yelman Bustamante Zolórzano, párroco de Nuestra Señora de las Virtudes de Conil de la Frontera, dedicó la predicación a las familias, que, al igual que los jóvenes, tienen un peso importante dentro de la comunidad cristiana y parroquial; por lo que la Hermandad dedicó uno de los días a las familias parroquiales del municipio.
La razón principal de la presencia de los diferentes sacerdotes de la Mancomunidad de la Janda y del Campo de Gibraltar es hacer una comunión con el resto de las parroquias para así, hacer llegar la palabra de Dios, por intersección de la siempre bienaventurada Virgen María, Nuestra Señora de la Paz; mediante la palabra de los diferentes párrocos.
En el último día de la Novena en Honor a Nuestra Madre de la Paz, el obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza, presidió la ceremonia, poniendo el broche final a estos nueve días.
