Teniendo presente la devoción al Sagrado Corazón de Jesús en la Línea de la Concepción y celebrándose el Jubileo por los 350 años de las Apariciones de Paray-le-Monial, el obispo diocesano ha decretado declarar «Santuario Diocesano» la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de La Línea de la Concepción.
En el siglo XVII Cristo mostraba su Corazón a la Hna. Margarita María, religiosa de la orden de la Visitación, en Paray-le-Monial (Borgoña), declarando su amor apasionado por todos los hombres lamentándose de que su amor no fuera amado, pidiendo en reparación una fiesta para honrar su divino Corazón. Estas apariciones tuvieron su continuación en Valladolid, donde el Beato Bernardo de Hoyos recibía la Gran Promesa en 1733.
El 28 de septiembre de 1944 se erige en La Línea de la Concepción una Parroquia con esta advocación, cuya devoción tiene sus cimientos en la ferviente predicación del Beato Tiburcio Arnaiz. Desde entonces la devoción al Sagrado Corazón de Jesús se ha propagado entre la feligresía de la parroquia y de toda localidad, en especial en la celebración de los primeros viernes de mes y la novena de la fiesta, y con la creación de una Asociación del Sagrado Corazón. Gracias a esta creciente devoción, en 2019 se renovó la consagración de la ciudad al Sagrado Corazón.
Los Santuarios son un signo de la presencia activa, salvífica, del Señor en la historia y un refugio donde el pueblo de Dios, peregrino por los caminos del mundo hacia la Ciudad futura (cfr. Heb 13,14), restaura sus fuerzas para continuar la marcha. De este modo, los Santuarios cumplen una función pastoral muy clara, por cuanto actúan como lugares sagrados en los que se celebran los sacramentos, la Liturgia de las Horas y los sacramentales; es centro evangelizador, lugar de caridad, punto de referencia válido que define la cultura de un pueblo y medio para el compromiso ecuménico.