El obispo diocesano, Mons. Rafael Zornoza Boy, presidió, en la tarde del 7 de junio, la Vigilia de Pentecostés en la S.A.I. Catedral de Cádiz.
Ante un gran número de fieles y representantes de diversos movimientos y grupos eclesiales de la Diócesis, Mons. Zornoza definió esta celebración como «una oportunidad preciosa de estar en un acto de oración y pedirle al Espíritu Santo que entre en nuestros corazones».
El obispo de Cádiz y Ceuta hizo suyas las palabras de Pablo VI para pedir «una lluvia de carismas que haga fecunda, hermosa y maravillosa a la Iglesia. Esto pedimos sobre nuestra iglesia diocesana y cada una de sus comunidades eclesiales».
Así, el prelado se refirió al Espíritu Santo «que viene a hacernos discípulos y apóstoles. Estamos en oración para llenarnos del Espíritu Santo. Cómo cambia la vida cuando estamos llenos de Dios, cómo rebosa el amor para darlo a los demás, cómo deseamos llevar el Evangelio a quienes no lo conocen y todo porque el Espíritu Santo viene a hacerlo todo nuevo, viene a recrearnos, a modelarnos de nuevo para que tengamos más belleza, para que nos parezcamos a Cristo, nuestro Maestro y Señor».
De esta manera, los distintos grupos eclesiales participantes fueron encendiendo siete lámparas, representando así los siete dones del Espíritu Santo. Igualmente, depositaron a los pies del altar una cesta con doce frutos, que expresaban la vida transformada en ofrenda por los doce frutos del Espíritu que también se invocaron.