Inicio de la Formación de los Diáconos Permanentes de la Bahía de Cádiz

Diócesis de Cádiz-Ceuta
Diócesis de Cádiz-Ceutahttps://www.obispadocadizyceuta.es/
La diócesis de Cádiz y Ceuta es el resultado de la unión de la Gadicensis y Septensis bajo un único obispo titular, proceso que se inició en 1857 y culminó en 1933. Es sufragánea de la Archidiócesis de Sevilla y no tiene enclaves territoriales en otras diócesis ni de otras en su demarcación.

Los Diáconos Permanentes de la Bahía de Cádiz inician su formación mensual con el Reverendo padre José Antonio Medina Pellegrini, director espiritual del Seminario San Bartolomé de Cádiz y Ceuta.

La formación mensual hasta este curso la ha mantenido el Reverendo padre Antonio Torrejón, actual párroco de la Asunción de Nuestra Señora, en Cádiz puerta tierra.

Los diáconos permanentes de esta manera se incorporan a la reflexión y profundización del Año de la Fe, a través de los materiales diocesanos como grupo, aunque también están trabajando personalmente con sus respectivas comunidades parroquiales.

La formación permanente de los diáconos tiene diversos cauces: Reuniones de formación mensual por zonas, retiro/convivencia cada dos meses, Ejercicios Espirituales anuales, Encuentro Nacional y Andaluz de los diáconos permanentes, así como asistencia a todos los encuentros formativos que desde la delegación del Clero se programen para la Diócesis.

En su presentación en este servicio diocesano, el Reverendo padre José Antonio Medina Pellegrini, expresaba: «Al haber iniciado el curso pastoral, considerando la vida y el servicio de los Diáconos Permanentes, en sus diversas vertientes –pastoral, espiritual y formativa- debemos tener en cuenta , según la mente y el corazón de la Iglesia que la vida espiritual y la formación permanente de los diáconos implica una exigencia humana que se pone en continuidad con la llamada sobrenatural a servir ministerialmente a la Iglesia y con la inicial formación al ministerio, considerando los dos momentos como partes del único proceso orgánico de vida cristiana y diacona»l.

Nos enseña el Directorio para el ministerio y la vida del Diácono Permanente, de la Congregación para el Clero que, en efecto, «quien recibe el diaconado contrae la obligación de la propia formación doctrinal permanente que perfeccione y actualice cada vez más la formación requerida antes de la ordenación» (n 63), de modo que la vocación ‘al’ diaconado continúe y se muestre como vocación ‘en’ el diaconado, mediante la periódica renovación del ‘sí, lo quiero’ pronunciado el día de la ordenación».

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