“El Centro de distribución es un modo de dignificar a quienes tienen necesidad”

Diócesis de Cádiz-Ceuta
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La diócesis de Cádiz y Ceuta es el resultado de la unión de la Gadicensis y Septensis bajo un único obispo titular, proceso que se inició en 1857 y culminó en 1933. Es sufragánea de la Archidiócesis de Sevilla y no tiene enclaves territoriales en otras diócesis ni de otras en su demarcación.

El próximo 30 de noviembre se cumplirá un año desde que el Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. D. Rafael Zornoza Boy, bendijera las instalaciones del Centro de Distribución de Ayuda Básica “Virgen de África”, gestionado por Cáritas diocesana de Ceuta y que, desde su puesta en marcha, ha sido un punto de referencia en la atención de los más necesitados y gestión de los recursos.

Un paso más en la atención
Manuel Gestal, director de Cáritas diocesana de Ceuta, explica: “El centro nació como respuesta a las necesidades que las Cáritas parroquiales de Ceuta presentaban en el momento de atender a las personas más necesitadas”. Entre estas necesidades se podían contar la falta de espacio de almacenaje, escaleras, lugares poco adecuados o incluso cierta falta de intimidad que afectaba especialmente a los usuarios. Todo ello desaparece con el nuevo centro que, como señala el director de Cáritas diocesana de Ceuta “es, sobre todo, una manera de dignificar al usuario, no se le da una bolsa, sino que se les atiende, se les escucha… aunque ellos vengan por el tema material, se llevan algo más y se les trata con mayor dignidad”.

Más de 3200 personas atendidas
Gestal conoce muy bien el funcionamiento de este Centro de distribución en el que trabajan 4 personas junto a voluntarios de las Cáritas parroquiales.
Actualmente, destaca, “se atiende a unas 850 familias que suponen más de 3200 personas”. Los usuarios son gestionados por las siete Cáritas parroquiales de la Ciudad. “El centro es una labor que Cáritas diocesana de Ceuta pone a disposición de las Cáritas parroquiales. Los voluntarios de estas parroquias son los que conocen y atienden las necesidades de las personas que se acercan pidiendo ayuda”.

¿Cómo funciona el Centro de Distribución?
El primer paso es la acogida, que se realiza en las parroquias, como explica Manuel Gestal “Allí se conoce el caso, se prepara el expediente y se remite una copia al Centro”. Una vez dado ese paso, cada parroquia tiene unos días asignados a lo largo del mes, en cada uno de ellos, los usuarios de cada parroquia acuden al centro en turnos de 10, o de 15 personas, “para que no haya esperas en la calle”. Ya en el Centro son recibidos por un voluntario de su Cáritas parroquial que habla con ellos, etc. Seguidamente, son atendidos por una trabajadora social, que será la persona encargada de realizar una valoración en la que se tiene en cuenta el número de personas que componen la unidad familiar, la situación…, se firma el recibo de las ayudas del FEGA, etc.

Antes de proceder a la compra, se comprueba si han recibido ayudas similares en otras ONG a través de una base de datos y, ya con la valoración positiva, se asignan una serie de “corazones” a cada familia, dependiendo del número de miembros. Esos corazones son la moneda con la que realizarán la compra según sus necesidades, una compra “normal”, como destacan desde el centro “no se les dice qué puede o no coger, aunque a veces, se ayuda en la elección de artículos para una compra más racional”.

El usuario del Centro de distribución
Son más de 800 personas las que, con regularidad, acuden al Centro de Distribución. El director de Cáritas diocesana de Ceuta diferencia dos “usuarios tipo” de esta ayuda: el crónico, “esta persona que lleva acudiendo a Cáritas muchos años, algunos casi toda su vida” y la nueva oleada de usuarios derivados de la crisis económica. Gestal destaca que el Ceuta “la crisis golpeó muy fuerte, es cierto que tardó en llegar un poco más que en la península, pero cuando lo hizo, golpeó con toda su fuerza. Lo que más se notó fue el retorno, el retorno de muchos que se habían ido fuera a trabajar, y al perder sus empleos volvieron a casa de padres o familiares”.

De estos usuarios el 80% son musulmanes, “aquí no preguntamos el Credo de nadie, ellos acuden a las parroquias a pedir ayuda, si tienen los papeles en regla, están censados… etc., y se valora qué necesidades tienen, acuden sin problema”. El Centro está presidido por un gran Crucifijo, “todos, cristianos o no, saben que vienen a un centro de la Iglesia, pasan por el Señor” afirma Gestal.
¿Se vislumbra la salida de la crisis? “Muy lentamente”, destaca el director de Cáritas diocesana de Ceuta, “sí es cierto que no ha ido a peor y que el numero de familias desciende; una o dos al mes, muy poco, pero es algo. Pero hay que destacar que en Cáritas diocesana de Ceuta, se pasó de atender a unas 400, 500 familias en los primeros años del nuevo milenio a más de 1000 familias en 2014”.

Una ayuda “optimizada”
Una de las herramientas clave del trabajo de este Centro de distribución es la base de datos que se creó por iniciativa de las asociaciones que se dedican a la asistencia de desfavorecidos en Ceuta. De este modo, plantearon al gobierno de Ceuta la creación de una base en la que, respetando todos los derechos de protección de datos, etc., se volcaran los usuarios de ayudas sociales de tal manera que la gestión de los recursos se optimizara y hubiera una utilización justa de estas ayudas. Gracias a esta base de datos, las ONG y asociaciones que reciben ayudas públicas pueden comprobar qué, cuándo y dónde, los usuarios han sido atendidos y qué elementos les fueron facilitados, de tal manera que se garantice mensualmente la atención a todos los que la necesiten y se eviten los abusos.

Donaciones y ayudas
Como señala Gestal “Cáritas diocesana de Ceuta adquiere estos productos gracias a las aportaciones y donativos que se reciben y además están los productos que se reciben del Fondo Europeo de Garantía Agraria (FEGA). En este caso, los productos están debidamente señalizados y separados, tanto en la zona de compra del Centro como en el almacenaje, ya que, todo aquello que proceda de esta ayuda “está marcado lo que hay que entregar por usuario y ellos han de firmar un recibo”. También se reciben donaciones de alimentos, productos de higiene… etc. de particulares.

¿El gran reto? El relevo generacional del voluntariado
Actualmente unas 50 personas son voluntarias en las 7 Cáritas parroquiales de Ceuta, algunas de ellas ya con una edad avanzada que siguen dando parte de su tiempo y recursos a los más necesitados. En este sentido, Manuel Gestal subraya que el “el relevo generacional es nuestra asignatura pendiente. Hay algunas parroquias que tienen voluntarios más jóvenes, pero necesitamos más. ¡Necesitamos gente joven, gente que se quiera comprometer!”. El presidente de Caritas Ceuta afirma además que son muchas las tareas que los más jóvenes pueden desempeñar dentro de las Cáritas parroquiales o en proyectos como el Centro de Distribución: “viene mucha gente joven a las Cáritas y sería muy bueno que tuvieran un interlocutor de su edad”. Un reto para todos en la iglesia diocesana, en Ceuta y en todas las poblaciones porque la ayuda a los demás, como destaca Gestal “es tan atractiva para un joven como para un mayor”. Atractiva y necesaria para que el Centro de Distribución siga siendo una realidad en los años venideros.

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