«Transiciones y cambios son simplemente conquistas tecnológicas, pero lo importante es la vigencia, lo que permanece, lo que hace vivir; no es un tiempo que ha pasado, sino unas actitudes que permanecen y se mejoran». Así comenzó la conferencia, pronunciada por el cardenal Mons. Carlos Amigo Vallejo, en la Iglesia Conventual del Carmen, en San Fernando, en la tarde del 7 de mayo, bajo el título «Tiempo de Transiciones: De las Cortes de San Fernando al Papa Francisco».
Ante un templo completamente lleno, entre los que destacaron numerosas autoridades civiles y militares, Mons. Amigo hizo un particular peregrinaje desde las Cortes de 1810 hasta la elección, reciente, del Papa Francisco.
El arzobispo emérito de Sevilla, inició su disertación, asegurando que las Cortes de la Isla de León se realizaron en un momento en que las circunstancias lo requerían: «¿Por qué se celebraron en ese momento? Porque España necesitaba de unas Cortes con un claro objetivo, recobrar la libertad. La libertad es la responsabilidad que Dios nos ha dado».
Mons. Amigo explicó algunos de los asuntos tratados en aquellas Cortes, como la libertad religiosa, tema de plena actualidad, como aseguro el propio cardenal: «Después de más de doscientos años tenemos en los despachos de las autoridades públicas la ley de libertad religiosa».
Tras hacer un breve repaso de distintos puntos de la Historia, D. Carlos Amigo se detuvo en el Concilio Vaticano II, para explicar los aspectos más destacados del mismo. En este sentido, afirmó que «hay mucha gente que se pregunta si el Papa Francisco debe convocar un nuevo Concilio, pero primero habrá que conocer, asimilar y poner en práctica las actitudes propuestas en el Concilio Vaticano II. Hay que seguir con el empeño que en su día manifestó Benedicto XVI en la conmemoración del Concilio Vaticano II y que no es otro que dejar libertad al propio Concilio».
De esta manera, el cardenal llegó hasta el momento de la elección del Papa Francisco: «Después de la renuncia de Benedicto XVI parecía que la Iglesia se iba a derrumbar en cuatro días. Tanto que se ha hablado de vatileaks, ¿alguien se ha enterado de algún secreto de Estado? Al final lo que se ha conocido son cuatro chuminás. Muchos se sorprendieron, ¡Un Papa argentino! No estaba en sus quinielas, pero en vez de quinielas deberían haber estado más atentos al Espíritu Santo. Dios, en cada momento, da el Papa que la Iglesia necesita. Con la elección del nuevo Papa se acabaron las tensiones y la gente se sentía feliz de esta Iglesia. Esto viene a decir que la Iglesia está muy viva, pero no por aparecer durante un mes en las portadas de los periódicos de mayor tirada, sino porque Cristo vive en Él».
El cardenal Mons. Carlos Amigo finalizó su intervención hablando del paso del tiempo: «La Iglesia vive sin miedo a los errores del pasado, pero no se pueden repetir los errores. En cuanto al futuro, la pregunta no es ¿Cómo será el futuro?, sino ¿Cómo queremos que sea?
Clausuró el acto el alcalde de San Fernando, José Loaiza, que agradeció la presencia de Mons. Amigo en la localidad, e hizo un obsequio al cardenal, ante el sonoro aplauso de los asistentes.