En la mañana del 28 de septiembre el obispo de la diócesis de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza Boy, ordenó a Juan Ramón Rouco como presbítero, en la S.I. Catedral de Ceuta.
Una semana después de la ordenación de Iván Llovet, Antonio Jesús López y Manuel Gómez, llegó el turno para un nuevo sacerdote ceutí, que, a partir de ahora, ocupará el cargo de vicario parroquial en el Santo Cristo de San Fernando.
Mons. Zornoza aseguró que era un día «de gozo inmenso, profundo, que no es fácil de describir, pero que late en nuestro corazón el mismo impulso de nuestra fe cristiana».
El obispo diocesano manifestó que el nuevo sacerdote ha aceptado este compromiso «para servir al pueblo de Dios», y añadió que esta gracia exige de los presbíteros «una entrega absoluta, no es un oficio que se pueda hacer a tiempo parcial, sino que cambia la vida, transforma el corazón y exige de aquel que lo acepta con temor y temblor un cambio total en su vida. Ser otro Cristo, configurar con Cristo».
Así, el prelado explicó que a Dios entrega su vida quien lo ama por encima de todo y quien deja que sea él quien gobierne su vida, y que a quien decida hacerlo le exige entrega, voluntad, afecto y poner toda la vida a su servicio para que la entrega sea total y después pueda ayudar a quienes necesitan a Cristo y buscan a Dios.
Al acto de ordenación asistieron, además de numerosos familiares, amigos y sacerdotes de la diócesis, sus otros tres compañeros, ordenados el sábado anterior en Cádiz.