Comunicado del Secretariado de Pastoral Obrera de la Diócesis de Cádiz y Ceuta

Diócesis de Cádiz-Ceuta
Diócesis de Cádiz-Ceutahttps://www.obispadocadizyceuta.es/
La diócesis de Cádiz y Ceuta es el resultado de la unión de la Gadicensis y Septensis bajo un único obispo titular, proceso que se inició en 1857 y culminó en 1933. Es sufragánea de la Archidiócesis de Sevilla y no tiene enclaves territoriales en otras diócesis ni de otras en su demarcación.

En este 8 de marzo, desde el Secretariado de Pastoral Obrera, queremos tener presente a todas las mujeres trabajadoras; especialmente a las que día a día luchan contra ese nubarrón de incertidumbre económica al que llamamos crisis y que ha impulsado a bastantes mujeres a la búsqueda de un empleo, si no lo tenían ya, para obtener un salario necesario o complementario. Recordamos también a todas las mujeres trabajadoras que a lo largo de la Historia han luchado por la construcción de una sociedad más justa. 

Hoy las mujeres siguen siendo mayoría en la economía sumergida, en el trabajo precario y también en el trabajo a tiempo parcial; representan la mayoría de la mano de obra. Esta precariedad afecta más a las mujeres trabajadoras pobres, a lasinmigrantes (empleadas de hogar, trabajadoras en empresas de servicios, en la economía sumergida…), y a quienes realizan tareas domésticas, compaginándolas con una jornada laboral fuera de la casa. 

Por eso MANIFESTAMOS: 

– La condición de “doble jornada” a la que se ven sometidas la mayoría de las mujeres trabajadoras: un trabajo remunerado en horario laboral, además de todas las tareas de la casa. Especialmente su labor no remunerada como cuidadoras de los más débiles: hijos, personas mayores, enfermos, discapacitados…

– La explotación a que se ven sometidas especialmente las mujeres inmigrantes; situación que se agrava si no han obtenido su permiso de residencia.

– El maltrato físico y psicológico que sufre la mujer: la violencia de género se cobró el año pasado en nuestro país 66 víctimas y en este año recién comenzado ya llevamos 6.

– El injusto reparto de la riqueza en el mundo: de los 1000 millones de pobres que hay en el mundo, el 60% son mujeres. En las dos últimas décadas, el porcentaje de campesinas que viven en la más absoluta pobreza ha crecido un 50%.

– Las situaciones de injusticia que sufre la mujer dentro del mercado laboral: 

 sus salarios son hasta un 60% menores a los de los hombres.

 a pesar de que el 63% de los universitarios son mujeres, son mayoría en las tasas de desempleo y temporalidad, en contratos precarios y en la economía sumergida. 

Todas estas situaciones, fruto del actual sistema económico, provocan un empobrecimiento y deshumanización en las relaciones humanas y laborales. 

Como cristianos somos sensibles a estas condiciones de vida y de trabajo, opuestas al Proyecto de Jesús, que atentan contra la dignidad de toda mujer, de toda persona. 

Jesús siempre estuvo atento a las personas, en especial a quienes menos contaban: mujeres, pobres, enfermos… desde el amor y la cercanía, buscando devolver a cada persona su dignidad negada. 

El Papa Benedicto XVI nos invita a trabajar por un trabajo decente, es decir, “un trabajo que, en cualquier sociedad, sea expresión de la dignidad esencial de todo hombre o mujer” (Encíclica “Caritas in Veritate”, nº 63) 

Para conseguirlo HACEMOS UNA LLAMADA A: 

– Educar en las familias, escuelas y medios de comunicación en los valores de igualdad, dignidad, respeto y libertad.

– Favorecer la conciliación entre la vida laboral y familiar: fomentando guarderías en los centros de trabajo, permisos más amplios de maternidad/paternidad, flexibilidad de horarios… – Erradicar la discriminación de la mujer respecto al sueldo, contratos, tipos de trabajo, formación profesional, cargos de responsabilidad…

– A toda la Iglesia, para hacernos más sensibles a la situación de la mujer trabajadora y colaborar para que los derechos de todos los trabajadores especialmente las mujeres sean reconocidos y respetados. 

Estamos convencidos de que trabajando juntos, hombres y mujeres, podemos cambiar lo que denunciamos y avanzar en la construcción de un mundo nuevo, de hermanos, según el Plan de Dios. 

8 de marzo de 2012.

Secretariado de Pastoral Obrera

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