El próximo día 29 de junio, Mons. Antonio Ceballos Atienza cumplirá 49 años como sacerdote. Al comenzar este año jubilar, de las Bodas de Oro Sacerdotales, el Papa Benedicto XVI ha querido enviarle una carta personal.
Benedicto
Obispo de Roma
Siervo de los Siervos de Dios
Al Venerable Hermano
Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Venerable Hermano, sabemos que permanece en tu memoria, nunca interrumpida, el beneficio divino, que, un día, es decir, el veintinueve de junio, en la misma solemnidad de los Santos Pedro y Pablo, fuiste constituido ministro sagrado y dispensador de los dones del Salvador, mientras eras acompañado y animado por familiares y bienhechores. Han pasado ya muchos años desde aquel evento, ahora, sin embargo, es conveniente recordar el pasado, cuando está cerca una singular conmemoración, es decir, el cincuenta aniversario de la ordenación sacerdotal.
Las insignes Iglesias de Jaén y Granada, llenas de preclaros testimonios de cristianismo, recogidos en sus anales, oportunamente, en otro tiempo, te educaron y enseñaron las disciplinas sagradas. Después, adornado por el orden sagrado, nuevamente consagraste con todo empeño tu ministerio sacerdotal a tu comunidad nativa, dedicándote al cuidado de las almas, rigiendo activamente parroquias y siendo también destinado a la educación de los ministros sagrados.
Después, el Beato Juan Pablo II te llamó a un grado superior, cuando te nombró obispo de Ciudad Rodrigo, para que duplicando las fuerzas procuraras a aquellos fieles los auxilios espirituales abundantemente, Entretanto fuiste útil a muchos seminarios mayores de España como Visitador Apostólico, delegado por la misma Santa Sede. Desde ahí, por voluntad del mismo Sumo Pontífice, marchaste a la diócesis de Cádiz y Ceuta, para entregar allí las virtudes de tu alma pastoral. En este tiempo, los fieles han sido alimentados por la celebración de un Sínodo Diocesano, por Cartas Pastorales, por la predicación y catequesis en las parroquias, y haciendo uso diligentemente también de los más recientes instrumentos. Las vocaciones sagradas, y los mismos presbíteros y diáconos, cooperadores del ministerio apostólico, son sostenidos por ti con solicitud y eficacia. Caritas diocesana se vuelca con los necesitados y a todos das pruebas de tu ingenio y de tu alma espiritual, humilde y diligente, haciendo que los ánimos de todos se conciten contigo.
Así pues, cuando se va a cumplir el cincuenta aniversario de haber recibido el sacerdocio, añade a las felicitaciones la nuestra fraterna.
Rogamos, por último, el Benignísimo Señor, que sea remunerador, en plenitud, de todos tus méritos y, en el futuro, firme auxilio, mientras, con fraternal afecto, en primer lugar a ti, Venerable Hermano, impartimos Nuestra Apostólica Bendición, extendiéndola abundantemente a toda la comunidad diocesana.
Dado en el Palacio Vaticano, el día veintiocho de mayo del año dos mil once, séptimo de nuestro pontificado.
Benedicto PP. XVI