Queridos hermanos:
El domingo 10 de Junio, la Iglesia Diocesana celebra la solemnidad del Corpus Christi, Día de Caridad, recordando con ello, que todos los que formamos parte de la Iglesia, formamos parte del Cuerpo de Cristo.
Cáritas, como parte fundamental de la Iglesia, tiene encomendada la misión de acercarse y estar presente, en la realidad social de los tiempos que le toca vivir. Éstos que vivimos actualmente, son tiempos de turbulencia, donde las palabras «pobreza», «exclusión», «crisis»…, se han acomodado entre nosotros desplazando a la «armonía», el «trabajo» o el «bienestar».
Son muchas las dificultades a las que, día a día, Cáritas se enfrenta para hacer posible el desarrollo de la misión que le ha sido asignada. Unas son de tipo económico, como la escasez de recursos, el aumento de atenciones demandadas por un sector de la población cada vez más empobrecido, o el recorte o falta de apoyo desde la administración en sus distintos niveles y otras son de tipo social, entre las que podríamos destacar las continuas críticas a la Iglesia y la incomprensión de una parte de la sociedad.
Una sabia frase popular dice que «cuando una puerta se cierra, una ventana se abre». Pues bien, puertas, cada vez se cierran más, pero Cáritas es la ventana que se abre a la esperanza, atenta y dispuesta a recibir a quien se le acerca y que nos recuerda que Jesús el Señor pasó por la vida haciendo el bien, acogiendo los que sufren, dando de comer al hambriento, sanando a los enfermos y liberando a los pobres de la esclavitud de la pobreza.
En el día que celebramos la Caridad, Cáritas agradece el trabajo que sus voluntarios, con su generosidad y apoyo, realizan para que otros encuentren el amor y cobijo que necesitan, y ¡cómo no! De sus muchos benefactores que con sacrificio hacen posible el milagro.
Por último, recordad que la Iglesia nos invita, en esta jornada de adoración del Cuerpo y la Sangre de Cristo, a que adoptemos formas de vida sencilla y nos urge a compartir lo que somos y tenemos para que otros hermanos tengan la oportunidad de poder vivir de forma digna.
La Iglesia Diocesana de Cádiz y Ceuta, con el insistente ruego de nuestro obispo os pide a todos un mayor esfuerzo de colaboración y ayuda. No es para nosotros: es para los necesitados. Gracias
Unidos en la adoración de Cristo en la Eucaristía, recibid un fraternal saludo,
CÁRITAS DIOCESANA DE CÁDIZ Y CEUTA