La calle nunca puede ser un lugar para vivir, y mucho menos para morir. Nadie sin Hogar.
Cáritas Diocesana de Cádiz lamenta profundamente el fallecimiento de una mujer en situación de sin hogar ocurrido esta semana en la ciudad de San Fernando. Su pérdida nos conmueve y nos recuerda con fuerza la vulnerabilidad extrema en la que muchas personas sobreviven en nuestras calles.
Transmitimos nuestro pesar y nos unimos en oración por su descanso y por quienes compartieron con ella camino, nombre e historia.
Este dramático hecho pone de relieve una realidad que no puede normalizarse: vivir en la calle no es una elección, sino consecuencia de rupturas personales, sociales y estructurales que requieren respuestas coordinadas, sostenidas y valientes. Nadie debería morir solo, desprotegido o sin acceso a recursos básicos.
En el marco de la campaña de Cáritas “Sin hogar, pero con sueños”, hace una llamada a toda la sociedad para mirar de frente esta realidad y trabajar conjuntamente en la construcción de redes que protejan y dignifiquen la vida de quienes carecen de un hogar. Aunque la calle arrebata seguridad y recursos, los sueños de estas personas nos recuerdan la fuerza de la esperanza y la necesidad de actuar.
Desde Cáritas reiteramos nuestro compromiso con las personas sin hogar y hacemos un llamamiento a las administraciones públicas, las entidades sociales y la ciudadanía a redoblar esfuerzos. Las políticas de vivienda digna, salud integral, acompañamiento en calle y oportunidades de inclusión no pueden esperar. La calle nunca puede ser un lugar para vivir, y mucho menos para morir. Que este suceso despierte conciencias, impulse decisiones y abra caminos reales hacia la dignidad y el hogar que toda persona merece.

