Monseñor Mazuelos considera que no es necesaria la reunión convocada para esta noche e insta a la Unión de Hermandades a continuar trabajando por el consenso entre las dos hermandades afectadas.
“Ante la problemática suscitada entre la Pontificia, Real, Antigua, Venerable y Piadosa Hermandad y Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santo Crucifijo, Nuestra Madre y Señora del Traspaso, Apóstoles San Andrés y San Juan y San Juan Grande, y la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de las Sagradas Cinco Llagas de Cristo, Nuestro Padre Jesús de la Vía-crucis y María Santísima de la Esperanza relativa a la banda de música, creo que no es necesario la celebración de un Pleno extraordinario en el que se puede dar lugar a debatir, determinar o abordar la forma de procesionar de una hermandad”.
Así comienza el decreto firmado por monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, y dado a conocer a unas horas vista del pleno de hermanos mayores que había sido convocado para este noche por el consejo local de la Unión de Hermandades para intentar dilucidar cómo resolver la controversia surgida durante estos días entre estas dos cofradías que harán estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral durante la madrugada del próximo Viernes Santo. Añade el pastor que “la Unión de Hermandades no tiene potestad para poner ni quitar elementos propios de la idiosincracia de una hermandad”.
El decreto dice que “la Unión de Hermandades tiene la obligación de favorecer y colaborar en la búsqueda de un consenso entre ambas hermandades, teniendo presente que dicho consenso no puede alterar la idiosincracia y las reglas de ninguna hermandad”. Y en la parte dispositiva del texto anuncia la supresión de este pleno del 1 de marzo e invita al órgano que coordina a las hermandades y cofradías de Jerez a seguir facilitando el acuerdo entre ambas corporaciones penitenciales.