La iglesia parroquial se ve en riesgo por el resultado que la erosión de la montaña origina sobre esta construcción del siglo XVIII.
El estado en el que se encuentra Santa María de la Meza, templo parroquial de Zahara de la Sierra, preocupa en esta localidad cuya constante caída de piedras debido a la erosión de la peña en la que se asienta la antigua Villa alarma por los riesgos a los que se ve sometida la integridad de la iglesia. El párroco, José Arjona Gil, advierte de las continuas roturas de tejas que son signo de los riesgos para esta destacada muestra de la arquitectura religiosa andaluza de la segunda mitad del siglo XVIII.
En su momento el Ayuntamiento protegió con malla metálica parte de la peña, pero todo el perímetro de la iglesia quedó desprotegido, por lo que piedras pequeñas y grandes, ramas secas de arbustos o arena caen continuamente sobre los tejados y patio interior colindantes a la peña. En varias ocasiones, el párroco ha puesto el problema en conocimiento de las autoridades locales, éstas lo ha derivado a la Diputación, pero el gravoso asunto queda sin solucionar.
Se trata de un edificio religioso nacido en la plenitud del barroco, marcado por su excesiva y recargada ornamentación y la llegada de los primeros matices de estilo Neoclásico presenten en la sobriedad y limpieza de líneas. Está considerado bien cultural de la provincia y que contiene en su interior auténticas obras de arte en deterioro progresivo. El silencio administrativo es toda la respuesta recibida ante las solicitudes de una posible restauración enviadas a los organismos competentes.