Carta Pastoral del Obispo de Asidonia-Jerez, Mons. José Mazuelos Pérez, con motivo del Día de la Infancia Misionera.
A los sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos/as, y a todos los fieles,
El próximo domingo 22 de enero la Iglesia dedica esta jornada a la «Obra Pontificia de Infancia Misionera», que tiene como objetivo suscitar en los niños el deseo de compartir la alegría de ser discípulos de Cristo y al mismo tiempo colaboradores en la misma misión del Señor a favor de todas las familias y niños y niñas de todo el mundo. Miles de niños de los cinco continentes participan en esta Obra Pontificia: unos como destinatarios de los proyectos sociales, educativos y pastorales subvencionados por la Infancia Misionera; otros aprendiendo a compartir y trabajando en las diócesis para tratar de concienciar a todos -niños y adultos, instituciones y parroquias- a sentirse solidarios con las necesidades de los que viven más pobremente en diferentes partes del mundo.
Desde hace tres años tenemos puesta la mirada en los diversos continentes y ahora nos fijamos especialmente en América. De ahí el lema de este año: «Con los niños de América… hablamos a Jesús.»
Jesús llama a los niños cristianos y los hace copartícipes de su plan de salvación para toda la humanidad. Así lo narra San Juan Evangelista antes de la multiplicación de los panes: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces» (Jn 6, 9). Jesús agradeció este humilde don y, con su poder divino, le dio dimensiones que el pequeño donante no podía prever. La obra misionera encaja perfectamente en este contexto pues es un espíritu y una organización mundial que trata de enrolar, en un esfuerzo de paz y de amor, a todo los niños católicos en favor de todos los que necesitan ese gesto de ayuda, amistad y caridad cristiana.
La misión es cuestión de amor y todos somos necesarios para hacer visible el rostro del Señor mediante el anuncio del Evangelio. Merece nuestro empeño y nuestra dedicación; Dios no deja sin recompensa ningún esfuerzo. Debemos ayudar a los padres, educadores y catequistas a desarrollar en la formación cristiana de los niños la dimensión misionera universal. Suscitar el deseo de compartir con otros niños, mediante la oración y la participación en las distintas actividades la alegría de ser discípulos de Jesús que actúan en la primera línea de la misión.
Os invito a todos a participar en esta gran tarea con vuestra ayuda económica, y os animo a orar insistentemente por aquellos misioneros que siguen las palabras de Jesucristo: “id y anunciad al mundo entero…” (Cf Mt 28, 20); de un modo especial por los misioneros de nuestra Diócesis de Asidonia-Jerez.
Queridos jóvenes misioneros: que os acompañe la Virgen en vuestro compromiso. A Ella os encomiendo a vosotros, a vuestros familiares y a las comunidades cristianas a las que pertenecéis, para que a todos os mantenga alegres con la misión y entusiasmados con la tarea.
+ José Mazuelos Pérez
Obispo de Asidonia-Jerez