El Obispo de Bilbao clausuró las sesiones de la XV Semana de la Familia en el Obispado que el sábado se completará con una jornada familiar en Lora Tamayo.
Enseñar a amar ha sido el objetivo de la intervención ofrecida ayer, en el Auditorio Juan Pablo II, por monseñor Mario Iceta Gavicogogeascoa, obispo de Bilbao, quien pronunció la cuarta intervención de la XV Semana de la Familia, última celebrada en la sede de la Casa de la Iglesia antes de la jornada del sábado dedicada a a formación y la convivencia familia en el colegio salesiano Lora Tamayo.
'Aprender a amar, elementos fundamentales para una pedagogía del amor' es, justamente, el título presentado por el ponente. Fue presentado, ante un auditorio que desbordó el aforo previsto, por monseñor José Mazuelos Pérez, pastor de Asidonia-Jerez, en presencia de un tercer obispo, monseñor Ginés García Beltrán, obispo de Guadix-Baza presente en la ciudad al participar en el retiro espiritual de sacerdotes.
Monseñor Iceta habló al amor del Padre y del Hijo que fructificó en el Espíritu Santo. Recordó que la familia queda representada en el icono de la Santísima Trinidad. "Llevamos la huella de la Trinidad en la dualidad hombre-mujer, conducente a la procreación de los hijos", explicó el conferenciante que acudió a las Sagradas Escrituras para encontrar permanentes referencias del amor de Dios.
La convicción de que "es el amor el que genera la salvación" ha presidido el transcurso de una intervención en el que, el pastor bilbaíno, se detuvo especialmente en el sentido del amor conyugal. El componente de entrega plena es el propulsor de todo un sentido moral de la relación de matrimonio que, de algún modo, evocó la intervención de la noche anterior a cargo de monseñor Mazuelos.
Sábado con tono festivo
La XV Semana de la Familia será clausurada el sábado 26 en el centro Lora Tamayo con un programa que prevé, a las 11 horas, la conferencia 'La transmisión de la fe a los hijos' a cargo de Alfonso Ramos Ortega y Pilar Pascual Lafita, responsables de la Delegación de Familia y Vida de la Diócesis de Huesca. A las 13 horas tendrá lugar la celebración de la Eucaristía.
La comida compartida y actividades, juegos, castillos hinchables y un espectáculo de magia y humor a cargo de Tissa y Nano completarán esta última jornada poniendo el colofón de la convivencia familiar a este ciclo anual que organiza la Delegación Diocesana de Pastoral de la Familia y Defensa de la Vida.