La Asociación Católica de Propagandistas las han desarrollado, con gran éxito, en su sede del Palacio de Villapanés durante este fin de semana en Jerez.
En los días 11 y 12 de marzo se ha celebrado las VI Jornadas Católicos y Vida Pública de Jerez de la Frontera en el palacio de Villaplanés de esta ciudad organizadas por la Asociación Católica de Propagandistas. Bajo el título La belleza de ser cristiano, se han estructurado en torno a las palabras de Jesús "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida" (Jn 14,16), reflexionando sobre la belleza de seguir a Cristo, creer en Cristo y vivir en Cristo.
La primera conferencia, titulada Vestidos de hermosura, corrió a cargo del Padre Vicente Malabia Martínez, licenciado en historia y Presidente de la Asociación del Camino de Santiago de Cuenca. Este sacerdote afirmó que todo camino cristiano comienza con un deslumbramiento. "Seguir a Cristo es mirar las cosas como las miraba él", subrayó tras defender que no hay que reducir el seguimiento a una mera adhesión moral. De esta forma percibimos "el secreto de la íntima verdad de las cosas y por lo tanto, su belleza". Hizo un recorrido por la belleza de la creación, del hombre, de las obras de la Humanidad -el arte- y por último, de la liturgia.
Miguel Ángel Velasco, director del semanario católico Alfa y Omega, dio una conferencia titulada La belleza de la Verdad. El periodista constató que hablar hoy de la belleza de ser cristiano es una osadía. Basándose en la resurrección de Jesús "que vive aquí hoy, en Jerez, esta mañana" afirmó que Dios tiene derechos en la vida pública, y que, de hecho, los principios democráticos han surgido del cristianismo. Subrayó que lo que hace libre al hombre es la Verdad, y ésta no es fruto del consenso de las mayorías. Expuso que la Verdad muchas veces es rechazada por no querer aceptar sus consecuencias. Terminó afirmando que el amor consiste en comunicar la Verdad.
La última conferencia de las jornadas fue la de Dolores Velarde, presidenta de la Red Europea del Instituto de Política Familiar y miembro del Consejo Pontificio de los Laicos. Se centró en admirar la belleza de vivir en Cristo en la vida pública, en especial en el campo de la política. Afirmó el cuidado que Dios omnipresente y creador tiene de sus criaturas. Según ella, esto debe ser transmitido a todos siendo dóciles al Espíritu Santo y teniendo una profunda experiencia de Dios. Tras describir las maravillas de la creación y de la liturgia, afirmó que "tenemos que hacer de nuestra vida una obra de arte". Esto sólo es posible desde el amor que es "como es oxígeno del alma", tal como testimonian los santos. Esto se tiene que reflejar en la familia, en el trabajo profesional y en la vida pública, sin hacer divisiones.
Se celebraron así mismo varias mesas redondas en las que se expusieron diferentes modos de vivir la belleza desde la medicina, el derecho, o los estados de sacerdote, matrimonio y consagrado.
Las jornadas terminaron con la intervención de monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Asidonia-Jerez, el cual afirmó que "nuestra fe no es para vivirla en la sacristía". Invitó a los presentes a anunciar a los hombres desfigurados por el pecado la belleza de Cristo. "Adelante, a convertirnos cristianos en la vida pública", apostilló tras hacer una oración conclusiva.