Durante todo el día de ayer la Diócesis celebró distintas actividades en torno los símbolos de la JMJ teniendo como epicentro la Santa Iglesia Catedral.
Todo comenzó con la llegada de los símbolo de la JMJ al primer templo de la Diócesis a las 9 de la mañana portadlos por alumnos del colegio católico Montaigne de Jerez de la Frontera, sede de la Iglesia Asidonense. Tras realizar este primer centro escolar su oración y colocarlos en la Santa iglesia Catedral, los demás colegios de los distintos territorios diocesanos fueron visitando y recogiendo, como sí de una cadena se tratase, ese momento de oración y reflexión. Tras pasar la mañana y permanecer el templo abierto para la visita de todo el que se quisiera acercarse hasta esta cruz e icono de María signo de unión y amor de Cristo, la tarde comenzó con el rezo del rosario, a modo de preparación de lo que vendría después con la Eucaristía presidida por Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez, además del Via-Crucis y Vigilia.
La Santa Misa, acogió a los jóvenes de distintas realidades eclesiales asidonenses que quisieron unirse ante su pastor diocesano junto a los símbolos de la JMJ. En esta celebración, el prelado les dio un mensaje a todos los jóvenes presentes, en el que tienen que darse cuenta de la preciosa etapa que viven y que por ello deben aprovechar para conocer el amor de Dios para así regalar ese don a los demás. Asimismo, explico la historia de los símbolos de la JMJ que hace varios años el Papa San Juan Pablo II entregó a los jóvenes, además de contar su gran significado de amor y unión que tienen cuando todos nos reunimos en torno a ellos cuando celebramos las Jornadas Mundiales de la Juventud.
Por otro lado, Monseñor Rico Pavés subrayo la importancia de conocer que es la cruz para los católicos, “ya que gracias a la entrega redentora de Cristo en la cruz se nos han abierto las puertas del cielo”. Igualmente, mencionó el testimonio de un joven en el que vemos lo esencial que es para los católicos este símbolo, señal de esperanza y de amor hasta el extremo. De la misma forma, recordó que junto a los símbolos de la JMJ y su celebración es la oportunidad perfecta para preguntarnos cuál es nuestra vocación y lugar en la Iglesia.
Tras la Eucaristía, donde además pudimos escuchar el testimonio vocacional del sacerdote diocesano Jesús Castro Simancas, en el que tuvo gran importancia la cruz y el icono de María en su primera visita a la Diócesis, se llevó a cabo el Via-Crucis por los alrededores de la Catedral, hasta incluso llegar al Alcázar de la ciudad y volver al primer templo. En este acto de oración donde también participaron jóvenes de las distintas realidades eclesiales se vivieron grandes momentos de oración y silencio ante los símbolos de la JMJ, los cuales fueron portados por todos los allí presentes además de los sacerdotes y el prelado.
Por último, para finalizar este día tan importante con la visita de dos signos que unen en la fe a todos los jóvenes del mundo, el primer templo diocesano acogió una Vigilia de oración, momento perfecto para reflexionar desde el recogimiento todo lo vivido en la Diócesis durante este día. Emplazándonos hasta la celebración de la JMJ que tendrá lugar en agosto del año 2023 en Portugal.
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