Monseñor José Mazuelos ha presidido la eucaristía en la Catedral de Jerez en presencia de la imagen de Madre de Dios de la Misericordia cuya procesión ha dado tono popular a esta finalización del año decretado por el Papa Francisco
Asidonia-Jerez ha clausurado el Año de la Misericordia con una solemne celebración presidida por monseñor José Mazuelos que, en la Santa Iglesia Catedral del Salvador, ha contado con la presencia sobre su paso de palio de la imagen de Madre de Dios de la Misericordia, de la jerezana Hermandad del Nuestro Padre Jesús del Consuelo en el Desprecio de Herodes (Transporte).
El obispo ha indicado, ante en un templo lleno de personas procedentes de todos los rincones de la Diócesis que “cerramos la Puerta Santa de la Catedral pero no las de nuestro corazón a la Misericordia”. Han sido muchos los fieles que a lo largo de todo este año alentado por el Papa Francisco han ganado las indulgencias propias de este jubileo tanto en la Catedral como en los otros seis templos designados para ello.
“Es la Misericordia el gran tesoro que tenemos que llevar al mundo pues lo cambia, lo hace menos frío y más justo”, ha recordado monseñor Mazuelos quien ha hecho un llamamiento a disfrutar de los Sacramentos como vía para “meter los dedos en las llagas de Cristo” y encontrar el perdón de Dios así como a construir una Iglesia “cercana a todos, con el deseo de buscar la integridad de todos”.
La procesión de regreso de Madre de Dios de la Misericordia a su sede de la Basílica Patronal de Nuestra Señora de la Merced ha reunido en su comitiva, posteriormente, a hermandades y cofradías de todas y cada una de las poblaciones de la Diócesis. Santuarios y basílicas como las de la Caridad en Sanlúcar de Barrameda, regla en Chipiona, Milagros en El Puerto, Montañas en Villamartín y Remedios en Olvera.