Conocemos a los seis seminaristas que recibieron el pasado 10 de mayo la Admisión a Órdenes

Jose María Pavón Maraver

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?.

Para mí supone el final de un período de discernimiento, aunque no sea definitivo, aceptando con total libertad que quiero seguir al Señor sirviéndole en su Iglesia y con la tranquilidad de que esta misma Iglesia, ha discernido sobre mi vocación y ve en mí aptitudes para llegar algún día a ser sacerdote. Espero el próximo día 10 de mayo con mucha ilusión y me da mucha serenidad el sentirme acompañado por todo el presbiterio de la diócesis en oración.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?.

Es una pregunta difícil de concretar, pero lo siento y cada vez lo veo más en todas las cosas que me rodean. Verdaderamente me siento muy querido por Dios al permitirme estar en un lugar tan privilegiado como es un seminario, en el que no sólo nos forman a nivel intelectual, sino que todas las facetas que tratamos en su conjunto, la formación académica, humana, espiritual,… no ayuda a conocernos a nosotros mismos para poder conocer mejor y cada vez más a Dios para que algún día podamos ayudar a otros a que tengan su encuentro personal con Jesucristo y encontrar su vocación en esta vida.

3 – Mensaje a todas las personas que se sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

Yo les diría a todas las personas que sienten en su interior una posible llamada del Señor, que luchen por ese ideal hasta poder discernir verdaderamente lo que les pide el señor. Merece la pena cumplir la voluntad del Señor aunque sea un camino no exento de cruz, pero el Señor lo suple todo porque te da la felicidad.

Miguel Ángel Paredes Rojas

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?

Una confirmación de la vocación y un deseo más profundo de dejarme configurar más con Jesucristo. A la vez me invita a descansar y a confiar en el discernimiento que la Iglesia realiza sobre mí, que mi vocación no la llevo yo, sino que es una llamada de Dios que El, la va aclarando por medio de la Iglesia adulta; Veo también, que es un paso importante, el cual me llena de ánimo y me invita a aprovechar este tiempo de formación, sabiendo siempre que cuento con las oraciones de tantos, y con la intercesión de la Virgen María, y de nuestro patrono San Juan de Ávila.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?

Con su guía providente, patentizado en el Seminario, el Rector, el Director Espiritual, los compañeros, los profesores, en fin, todos los que intervienen en este proceso formativo; también con una comunidad cristiana que me acompaña en el caminar de la Fe; A su vez de manera directa por los Sacramentos y el poder experimentar cada día su amor y misericordia.

3 – Mensaje a todas las personas que se sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

A hacerse las preguntas fundamentales de la vida; a preguntarle al Señor con verdad, que quiere de ellos; animarse a entregar la vida, con la certeza que entre más se da más se gana.

Juan Ramírez Jiménez

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?.

Supone paz, porque la Iglesia comparte mi discernimiento y, además, confirma el llamado que Dios me hace para ser, en un futuro, sacerdote. Pero al mismo tiempo, también supone una mayor responsabilidad por mi parte, ya que debo entregarme con más ganas a lo que Dios me va pidiendo.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?.

Siento que Dios confía plenamente en mí, sabe perfectamente como soy y no me pide más de lo que puedo dar. Cada vez que caigo me levanta y cada vez que le ofendo me perdona, tiene mucha paciencia conmigo. Y es en este amor, en el que siento que voy madurando día a día.

3 – Mensaje a todas las personas que se sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

Nadie podrá imaginar algo más grande que lo que Dios tiene preparado para él, Dios siempre es mayor.

Pablo Lobato García

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?

Pues resulta un paso importante, ya que no es sólo una intuición de mi vocación, sino que después de tres años de formación y oración, la Iglesia que nos acompaña durante todo este proceso te confirma de que si de que vas por buen camino. Por lo que esas dudas que antes aparecían pues ya deben de ir desapareciendo.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?

Pues lo siento cerca, aunque a veces me cueste sentirlo. A mi me gusta mucho hacer analogías con el senderismo, y para mi está siendo un compañero en quien apoyarme, y hay veces que quiero ir a un ritmo más rápido y parece que me separó, y al final por querer adelantar tropiezo y acabo a su lado, ya que es el quien va marcando el ritmo de este camino. Y a veces te acompaña en silencio y otras, sientes que te habla más fuerte, pero siempre al lado.

3 – Mensaje a todas las personas que se sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

Al final uno siempre se pregunta《¿que quiere Dios de mi?》 Una pregunta peligrosa, ya que a veces no nos responde con lo que a uno le gustaría (a mi me paso) pero siempre llega el momento en que ese miedo no es un lastre, sino que nos sirve de trampolín. Tarde o temprano llega, y solo hay que confiar y saber que lo que Dios nos propone puede se difícil pero, por mucho vértigo que nos dé, nunca es un imposible y será lo que nos llene plenamente de felicidad. Y esto es aplicable a cualquier vocación, no sólo al sacerdocio o la vida consagrada.

Francisco Javier Marqueses Mozo

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?

Es un paso grande en este camino de discernimiento, el Señor poco a poco me va confirmando mi vocación. Tengo siempre presenta una frase que me decía un sacerdote “primero Dios llama, después tú respondes y la Iglesia discierne”. Ahora la Iglesia va a discernir sobre nosotros. Si Dios quiere, vamos a recibir la Admisión a las Sagradas Órdenes.

Me acuerdo cuando empecé de monaguillo en mi parroquia, quién iba a pensar que el Señor me estaba llamando al sacerdocio, y que, tras dar una respuesta, me iba a contestar. Gracias a Dios ahora puedo experimentar esa felicidad que tenía mi cura, una felicidad que le llenaba y que hacía que él se entregara por completo.

A veces parece que todo está muy lejos, pero para nada, el tiempo pasa muy rápido y hay que aprovecharlo. Cada día crece la ilusión y las ganas de trabajar para Él y ver cómo el Señor me pide que me configure cada día con Él, para servir de la mejor manera a su Iglesia, es muy bonito, te llena.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?

Ha sido un camino de constantes gracias. A pesar de los momentos difíciles he podido ver la Misericordia del Señor en mí, me he sentido tremendamente consolado por Dios, veo que no me deja solo, que está siempre conmigo en cada instante. Siempre tiene una palabra que darnos.

Dios nos habla también a través de las personas. Digo esto porque hay que destacar el papel de los formadores, ya que Dios se sirve de ellos para guiarnos por el camino. No han sido pocas las personas que me han ayudado, y me siguen ayudando, en el discernimiento en esta etapa de Seminario.

Todo lo que hagamos junto al Señor va a dar su fruto y lo veo en mí, cada día soy más feliz. Tan solo pensar que Dios me ha llamado a ofrecer la vida por Él al servicio de la Iglesia me sobrepasa, en el mejor de los sentidos.

3 – Mensaje a todas las personas que se sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

Como decía san Juan Pablo II “No tengáis miedo”. A todos nos llega el momento de decidir sobre nuestro futuro y es importante que nos planteemos lo que el Señor quiere para nosotros. Para los que están en duda, discernirlo es importante, y si decimos que sí hay que saber que ese discernimiento no acaba al entrar en el Seminario, sino que continúa.

No hay que tenerle miedo, el Señor está siempre con nosotros. Aunque el camino a veces puede parecer difícil y costoso, nunca caminamos solos. La etapa del Seminario es muy bonita y que, a pesar de todo, ves que el Señor te va configurando con Él, te va confirmando. Es precioso compartir con personas que han sido llamadas por el Señora ser sacerdotes, se aprende mucho ya que a cada uno lo ha llamado como Él ha querido.

Sólo tenemos que hacer una cosa: dejarnos hacer por el Señor, dejarnos llevar por Él para así cumplir su voluntad y no la nuestra. Hay que dar una respuesta, lanzarse, pero para ello no hay que dejarse llevar por nuestros deseos, por nuestros gustos y apetencias, preguntarle al Señor quéquiere de nosotros. Llevarlo a la oración; tras esto dejarlo todo en manos de Dios, os responderá y os llenará el corazón. Pero hay que ser valientes, decir sí y entregarse por completo, como hizo la Virgen María.

Carlos Fernández Lucero

1 – ¿Qué supone para ti recibir este paso que va acercándote al sacerdocio?

Supone una gran alegría, porque voy viendo cómo Dios va realizando su obra en mí y cada vez le pertenezco más a Él. Por otro lado siento una llamada de Dios a un total abandono en sus manos, esperarlo todo de Él para que el Espíritu Santo vaya conformando mi corazón con el de Cristo y poder primero vivir en profundidad el Evangelio para poder llevarlo a todas las gentes.

2 – ¿Cómo sientes que Dios te acompaña en este caminar en el Seminario?

En este tiempo de seminario he experimentado la compañía de Jesús como los primeros discípulos, que fueron llamados a vivir con Él. He sentido su presencia en el día a día como ellos, que aprendieron lo que vieron de Cristo y lo pusieron por obra. Miro estos años atrás y puedo ver cómo el Señor con mucha sencillez ha ido actuando en el día a día y ahora me llama a imitarlo.

3 – Mensaje a todas las personas que sientan llamados y no se atrevan a decir sí.

Aquellos que se sientan llamados pero tengan miedo les digo que verdaderamente vale la pena y la vida entera. La felicidad que da el cumplir su voluntad es muchísimo mayor que cualquier otra cosa. Aunque tengamos nuestras cruces, lo que le entregamos a Cristo es muy poco comparado con todo lo que Él nos regala, Dios es siempre mayor.

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