En la jornada del sábado Monseñor José Rico Pavés presidió la Eucaristía de consagración de Torre Alháquime al Sagrado Corazón de Jesús.
La localidad diocesana de Torre Alháquime vivió en la jornada de este sábado un día histórico, ya que Monseñor José Rico Pavés, Obispo de Asidonia-Jerez presidía la Eucaristía de consagración al Sagrado Corazón de Jesús que cumplía el 70 aniversario en el municipio. Este acto, también era histórico para la Diócesis, ya que esta enmarcado dentro del Año Jubilar concedido por la Santa Sede con motivo de la consagración al Sagrado Corazón de Jesús de toda la Iglesia Asidonense.
En esta Santa Misa, que tuvo lugar en la plaza donde esta situado el monumento al Sagrado Corazón, Monseñor Rico Pavés recordó que durante la Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo se nos da lo más importante para los cristianos, que es Jesús mismo que lo recibimos en la Eucaristía y es ahí donde Él nos revela su amor. Asimismo, ha mencionado la importancia de tener como centro de vida el amor de Cristo que se encuentra en el propio corazón del Señor.
Por otro lado, el prelado recordó lo que Cristo nos pide a los cristianos, lo primero es hacernos como niños, es decir ser sencillos y humildes. Lo segundo, es saber ser agradecidos con el Señor a través de la Eucaristía, ya que de esta forma nuestro corazón se llena de su amor. Asimismo, nos menciona como cada vez que celebramos la Eucaristía nos introducimos en su tiempo y así vivimos su entrega por amor a todos.
Por último, el Sr. Obispo de Asidonia-Jerez, mencionó la ultima lección a los fieles allí presente que es cumplir la palabra de Cristo y seguirlo a Él como alimento de vida eterna, ya que nos saciaremos y encontraremos nuestro corazón colmado. Asimismo, recordó que como cristianos debemos entregarnos a los demás antes incluso de nuestro propio bien.
Tras llegar al final de la Eucaristía, tuvo lugar el acto de consagración de Torre Alháquime al Sagrado Corazón de Jesús, momento que se llevo a cabo través de una oración leída por todos los presentes. Asimismo, una vez finalizada la Santa Misa se inauguró un azulejo conmemorativo de la celebración.