Ha reflexionado sobre cómo tener una visión esperanzadora en la intervención social con las personas más vulnerables.
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Hoy ha llegado a su fin la XVI Semana de la Pobreza y Exclusión. Juan José Fontán del Junco, administrador general de Cáritas Diocesana junto a Mila Díaz García, coordinadora general de la entidad, han presentado a la ponente de la tarde, Ana Abril Fernández, coordinadora de incidencia política de Cáritas Española.
Ha centrado su intervención afirmando que en un contexto en el que reina “el dolor y el sufrimiento”, Cáritas busca “ser germen de esperanza de un mundo nuevo” porque «mirar la realidad con los ojos de la esperanza, que es lo mismo que mirarla con los ojos de la fe, transforma la realidad». Ante ello, ha hecho hincapié en que «la esperanza humana se funda en dos sentimientos muy hondos del corazón humano: el amor, porque quien ama, espera, confía, incluso cuando otros no esperan, incluso contra las mismas evidencias. Y el otro es el anhelo de justicia que existe en todo corazón humano que no se ha endurecido, que sigue siempre esperando, deseando y luchando que se haga justicia”. Y ante ello ha añadido que «esa transformación nos lleva hacia el Reino de Dios, un reino de fraternidad, de justicia y de paz».
Ante ello, ha planteado tres ámbitos en los que podemos generar esperanza: el personal, comunitario y estructural. En cuanto al primero, Abril ha explicado cómo se genera esperanza desde el acompañamiento entendido como «estar al lado de las personas, confiar en las que acompañáis, esperar, ir a su paso, en su camino… y a su vez esperar mucho de ellas desde una lógica que no es la lógica del mundo porque la medida del amor es un amor sin medida, que se expande, que no tiene límites, que es la lógica de nuestra respuesta y que está lejos del cálculo, de lo cuantitativo».
En cuanto a lo comunitario, ha explicado que estamos llamados a «salir del individualismo y como nos dice el Papa en Fratelli Tutti, se necesita una comunidad que nos sostenga, que nos ayude y en la que ayudemos a otros a mirar hacia adelante para soñar juntos». A ello ha añadido la importancia de «esa esperanza colectiva, esa voz profética, una voz que habla del Reino, que pone en el centro a las personas más vulnerables que las hace visibles, ya que, como organización, como Cáritas, esto tiene un impacto» y en relación a esa voz ha puesto en valor que debe «ser anuncio, denuncia y renuncia, porque somos una voz que no solo denuncia lo que no funciona, sino que tiene propuestas de cambio».
Finalmente, en cuanto al ámbito estructural ha hecho hincapié en que “cuando Cáritas acompaña queremos hacerlo desde la óptica de la dignidad inalienable de todas las personas, desde el bien común que es el bien de todos y cada uno”, ya que “soñamos ese amor preferencial por los últimos que también se refleja en las políticas, en las estructuras sociales que tenemos donde queremos que los últimos sean los primeros y desde ahí hay ejemplos tangibles de un trabajo de Cáritas en estos tres ámbitos que nos invita a soñar una nueva realidad que es un signo de esperanza para las personas”.
La entrada Ana Abril cierra la XVI Semana de la Pobreza reflexionando sobre el compromiso de la entidad para avivar la Esperanza se publicó primero en Diócesis Asidonia – Jerez.