VOCACIÓN, por Jesús Martín Gómez

Diócesis de Almería
Diócesis de Almeríahttps://diocesisalmeria.org/
La diócesis de Almería es una sede episcopal sufragánea de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Almería.

Sentarse con los novios a preparar la boda es una de las tareas más apasionantes de cualquier sacerdote. Me llama mucho la atención el cuidado que ponen en detalles que a mí ni siquiera se me hubieran ocurrido, lo nerviosos que están porque tendrán que intervenir delante de todo el mundo, algo que los curas hacemos con normalidad; las preguntas acerca de cómo han de situarse o la música que pueden elegir para convertir la celebración en algo inolvidable. Todo ello contrasta con mi propia posición, que normalmente, es de bastante desidia con respecto a esos detalles que, sobre todo para ellas, revisten una especial importancia. Es fascinante ver cómo los humanos necesitamos de toda una serie de signos externos que señalen la importancia de aquello que celebramos.

En algún momento suelo detenerme con ellos a hablar del Principio Antrópico. Un principio de Cosmología que se enuncia de la siguiente manera: el mundo es como es por la necesidad de permitir la existencia de seres que puedan preguntarse por qué es así.  En un sentido estricto el universo tiene una intención que consiste en que dentro de él exista una vida capaz de interpretarlo. Todo cuanto existe está ordenado a la vida humana. Nuestras vidas forman parte de una gran confabulación cosmológica. El Universo tiene, por tanto, una intención que no es simplemente su existencia, sino que este le viene dada y consiste en la existencia de la vida humana. Igualmente, el sentido de nuestra vida no depende únicamente de nosotros porque nuestro mismo existir es un acto involuntario. No hemos venido a este mundo porque nosotros hayamos querido.

Cuando nos detenemos a considerar todas estas cosas nos situamos en el lugar oportuno para entender que la principal vocación que hemos recibido es la propia vida. Vivir es un don por el que Dios nos ha llamado de la no existencia a la existencia, podríamos no existir. Al considerar esta realidad con seriedad nos daremos cuenta de que no podemos desperdiciar la vida en cualquier cosa. Vivir con mayor profundidad, desear hacer algo que lleve a los demás a despertar se nos impone como una obligación que nos ayuda a responder a este don inmerecido. El acostumbramiento y la falta de perspectiva, en el fondo, ocultan el miedo a vivir. En estos días nuestras parroquias serán visitadas por los chicos del Seminario para hacer campaña, creo que es una gran oportunidad para preguntar a Dios qué quiere que hagamos con el regalo que nos ha hecho.

Jesús Martín Gómez

Párroco de Vera

Mostrar más

Ver este artículo en la web de la diócesis

Contenido relacionado

Suspendido y aplazado el Funeral diocesano por el Papa Francisco

Debido al apagón general que estamos sufriendo que...

Fernán Pérez celebra la bendición del busto-relicario de San Fernando

La parroquia de Fernán Pérez acogió el pasado...

DOMINGO II DE PASCUA, por Manuel Pozo Oller

En el primer día de la Octava de esta Pascua primaveral,...

Enlaces de interés

ODISUR
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.