El domingo 14 de junio el señor Obispo de Almería, Monseñor Adolfo González Montes, visitaba canónicamente la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de Bentarique. Dentro de las visitas que el Prelado está llevando a cabo en la zona de las Alpujarras, tocaba el turno a esta parroquia del valle del Azahar.
Fue recibido a la puerta de la iglesia por el párroco don Eduardo Muñoz Jiménez, acompañado por la alcaldesa y la corporación municipal en pleno que le recibieron y le dieron con gozo la bienvenida.
Tras el ritual que marca el Pontifical Romano, las autoridades acompañaban al señor Obispo hasta el altar mayor, donde tras unos momentos de oración en silencio ante el Santísimo el párroco le dio la bienvenida en nombre de las autoridades municipales y del pueblo entero. «Nos alegramos –dijo el párroco– de recibir vuestra visita pastoral. En nombre de todos os saludamos como el que viene en nombre del Señor. Os abrimos nuestra iglesia y nuestro corazón. Su visita ha de ser un estímulo para nuestra vida cristiana, que nos ayude a convertirnos al Señor y a ser cada día más fieles al Evangelio de Jesucristo».
Seguidamente hizo una alusión a la historia de la parroquia, así como a las actividades que se pueden organizar en una parroquia que cuenta con unos 280 habitantes. Después de más de 25 años que no visitaba la parroquia un Obispo, la iglesia estaba abarrotada y la comunidad se volcó tanto en los preparativos como en el recibimiento.
El señor Obispo contestó a la bienvenida del párroco aludiendo a la alegría que supone para él visitar otra parroquia más en el contexto de la visita que está realizando a todos los pueblos de las Alpujarras. Se dirigió a los feligreses hablando del sentido de la visita, de la figura del Obispo y la importancia de la comunión en la Iglesia, así como agradeciendo a todos el recibimiento y los preparativos por parte de todos.
A continuación, el coro parroquial entonó la canción de entrada cuando el señor Obispo, el párroco y el diácono asistente entraban profesionalmente para celebrar la Eucaristía. En la homilía el señor Obispo se refirió a las lecturas del 11º domingo del Tiempo ordinario invitando a los fieles a ser esa semilla que con su dinamismo propio crece en vida espiritual y se va transformando. Indicó que la iglesia está abierta a todos y que mantiene siempre una relación estrecha con todas las instituciones y todos aquellos que buscan de algún modo buscan a Dios.
El motivo de la visita, aparte de lo que significaba la presencia del Pastor diocesano, estuvo marcada por la bendición de una vidriera instalada en el mes de diciembre en honor a San Lupo, patrono hasta hace un siglo del municipio.
Al finalizar la Misa, el Sr. Obispo bendijo la vidriera. El párroco, don Eduardo Muñoz, explicó el sentido de la vidriera, el por qué, y el significado de su colocación. En la celebración estuvo presente el artista que ha diseñado y confeccionado la misma, don José Luis Camacho, que se desplazó desde Málaga.
Concluida la celebración de la misa y la bendición de la vidriera, el Hermano mayor de la Hermandad de la Virgen del Carmen, patrona de Bentarique, impuso al Pastor diocesano la medalla de la Hermandad a título de Hermano mayor honorífico de la misma que el Prelado recibió agradecido. Seguidamente las autoridades municipales le hicieron un regalo con los productos típicos. A continuación departió con los niños a los que hizo algunos regalos. Saludó personalmente a cada uno de los feligreses a los que fue bendiciendo.
Tras recorrer la iglesia, con el examen de la fábrica y la disposición de los santos, así como el baptisterio y los libros sacramentales junto al archivo, se trasladó al Ayuntamiento, donde en el salón de plenos firmó en el libro de honor y se le impuso la medalla de oro de la localidad. El señor Obispo, en un pequeño discurso, contestó agradeciendo la deferencia que había tenido la corporación municipal.
Tras ver las instalaciones y las explicación que el Teniente de alcalde y los concejales le daban sobre la casa consistorial y el municipio, se dirigió en comitiva hasta la ermita de San José, situada en el centro del pueblo en la plaza del mismo nombre. Tras el rezo del Ángelus en la ermita, departió con los vecinos y visitó alguna edificación típica del pueblo, así como la casa parroquial.
Casi a las tres de la tarde tuvo lugar en el salón multiusos del pueblo una comida que ofreció el Ayuntamiento en honor del señor Obispo para todo el pueblo.
Con agradecimiento por parte de todos, concluyó la visita entrada la tarde, quedando marcado ese día importante en la memoria de los vecinos de este municipio de alpujarreño.
