El Obispo diocesano llegaba el viernes día 10 de febrero por la mañana a la iglesia parroquial de Santa María de Tíjola, donde fue recibido por el párroco, don Silverio Sánchez Franco y los miembros de los consejos parroquiales. Les acompañaban el Alcalde de Tíjola y autoridades locales, que quisieron estar junto a la comunidad cristiana para recibir al Obispo en visita oficial. Un nutrido grupo de feligreses, le esperaban para acompañarle en los primeros actos de la visita. Ya en la iglesia, el Obispo oró ante el Santísimo, el párroco saludó al Prelado y se hicieron las preces rituales. El Obispo expuso el contento de estar con la comunidad de Tíjola, que ha visitado en distintas ocasiones por distintos motivos, y expuso el programa que llevaba en esta visita canónica.
El Obispo visito en la mañana el C.E.I.P. «Sagrado Corazón de Jesús», donde le esperaba el director del Centro, los profesores y los niños, que le dieron la bienvenida con intervenciones preparadas por algunos maestros y la profesora de Religión El Obispo se reunió también con los profesores que quisieron saludarlo en un café entrañable, departiendo sobre el estado de la educación y sus problemas, y el deseo de todos de que se alcance un verdadero pacto por la educación en España. Ya saliendo del colegio se paró de nuevo con los niños en el patio donde los fue saludando y bendiciendo, y ellos apiñados en torno al Pastor diocesano comentaban sus «cosas de niños».
El programa incluía la visita a al Centro municipal de discapacitados «Virgen del Socorro» (del Grupo GERIAL), donde fue saludando uno a uno a los internos y de ellos recibía algunas de las piezas que hacen en sus trabajos manuales. La residencia de ancianos le esperaba para el domingo siguiente. Siguió la visita institucional al Ayuntamiento, donde el Alcalde Mario Padilla Maldonado y miembros de la Corporación le dispensaron una calurosa acogida, acompañados por los trabajadores municipales que quisieron hacerse presentes. El señor Obispo agradeció la acogida y la distinción de la Corporación, que manifestó apreciaba de corazón, que le entregó el escudo de oro de la villa.
A continuación, acudió a rezar el Ángelus a la ermita de la Patrona, la Virgen del Socorro, para dirigirse después a la casa parroquial, donde los sacerdotes de la zona le esperaban para una comida de fraternidad. Después, a primera hora de la tarde los fieles le esperaban en el Cementerio de la localidad, donde visito sus recintos y tuvo una breve estación de oración por los difuntos rezando un responso por los difuntos. Entre las visitas al camposanto quiso acompañar al Obispo el Teniente Alcalde Adolfo Guiard, y cabe destacar la visita que hizo a la tumba del sacerdote don Diego Garrido Pombo, que sobrevivió a la persecución de los años treinta pasados y fue respetado incluso por las autoridades y milicias republicanas que le confiaron la educación y formación de los adolescentes jóvenes, reconociendo en él al gran pedagogo que fue, equipado científicamente, muy querido por el pueblo. Fue él quien bautizó a la Sierva de Dios Emilia “la Canastera”, la gitana que aprendió a rezar el rosario en la cárcel de “Gachas Colorás”, donde murió mártir de la fe, y que será beatificada el próximo 25 de marzo en Aguadulce por el Cardenal Angelo Amato.
A las seis se abrió la asamblea parroquial, compuesta por los fieles colaboradores que forman con el párroco el Consejo de pastoral, el Consejo de Asuntos económicos, los fieles responsables de las distintas acciones pastorales y los grupos apostólicos, cofradía y fieles en general. Todos expusieron al Obispo su actuación parroquial, inquietudes y dificultades.
El Consejo de economía destacó la labor realizada, sobre todo y teniendo en cuenta que cuando llego al actual párroco la cuenta de la parroquia estaba en cero euros, habiéndose logrado durante estos últimos años restaurar espacios importantes como aulas de catequesis, sacristía, baptisterio, la capilla de la Virgen de los Dolores y el Oratorio de la Escuela de Cristo, tan propio de la parroquial de Tíjola. Además de la cubierta y la pintura de la nave central y repuesto las puertas de la iglesia y complejo parroquial. Todo con los donativos de los fieles, lampadarios y colectas ordinarias. Proyecto de futuro inmediato es el cambio de las obsoletas conducciones de aguas y humedades, así como la pintura de las capillas. Se han rehabilitado en estos años la casa parroquial con apartamentos destinados a los dos sacerdotes que atienden gran número de poblaciones del Almanzora.
Los distintos grupos de fieles expusieron al Obispo su colaboración en las acciones litúrgicas, la distribución de la Comunión y visitas a los enfermos, a las residencias de ancianos de Tíjola y Bacares, y a la residencia de discapacitados Virgen del Socorro de Tíjola. No faltan las celebraciones de la Palabra sin presbítero rotativamente cuando no alcanza la Misa semanal en las pobladas barriadas del municipio, con la autorización correspondiente que tienen ya del Obispo diocesano.
El señor Obispo aclaró el carácter consultivo y su utilidad sin suplir la responsabilidad directiva del párroco. Insistió en la obligatoriedad de actuar en comunión con la pastoral de conjunto de la diócesis, que tiene por referencia el plan pastoral aprobado promovido por el Obispo diocesano.
El grupo de catequistas leyó la estadística de la infancia y adolescencia y se refirió a la implantación de los catecismos y materiales de la Conferencia Episcopal; y a la preocupación por lograr interesar a los padres en la catequesis de los niños. Se ha bajado la edad de Confirmación al menos a los 14 años y acercándose a la infancia adulta. Los catequistas se forman con el Catecismo de la Iglesia Católica, apoyados en la oración y en práctica litúrgica, tomando la Misa dominical como criterio.
Intervinieron otros grupos: el de Caritas habló de las dificultades creadas por la crisis y la escasez de recursos; no obstante, la comunidad parroquial ayuda a muchas familias. Tomaron la palabra los grupos de Adoración nocturna que está presente en la parroquia desde 1953. También el Camino neocatecumenal y la Escuela de Cristo, esta última lleva funcionando en Tíjola 334 años y actualmente está integrada por 60 hermanos y 10 pretendientes, que se reúnen los sábados después de la Misa en el recién renovado “salón-oratorio” de la Escuela.
También se prestó atención a la religiosidad popular refiriendo fiestas y usos devocionales en las poblaciones del municipio, prácticas de Semana Santa y culto mariano a la Patrona, la Virgen del Socorro, que cuenta con la única cofradía canónicamente erigida.
El Obispo cerró la sesión parroquial insistiendo en la importancia de fortalecer la fe mediante la misa del domingo y la importancia de preparar la liturgia y cantar la misa. Insistió en la importancia de la transmisión de la fe, destacando los contenidos que se han de transmitir en catequesis, así como la importancia del uso del Catecismo de la Iglesia Católica como medio idóneo de formación de los catequistas. Por último, aludió a la beatificación que se tendrá lugar en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Aguadulce el próximo 25 de marzo del corriente. Hay algunos miembros de la comunidad parroquial que serán beatificados destacando de una manera singular Emilia “la Canastera”, de etnia gitana y flor de la Causa de los mártires. Les animó a participar con gozo en la beatificación de estos testigos valientes de la fe.
Seguidamente terminó el día con la celebración de la santa Misa en la que administró el sacramento de la Unción de los enfermos a un grupo numeroso de personas ancianas, algunas muy debilitadas por la edad, y algunos enfermos graves. Una vez terminada la misa se despidió de cada uno de los participantes para desplazarse hasta Almería.
El domingo día 12 comenzaba el día con la celebración de la santa Misa en la que administró el sacramento de la Confirmación a unos setenta adolescentes y jóvenes de primera juventud y unos pocos adultos. La corporación quiso invitar a comer al Obispo y sacerdotes de la zona reunidos por la ocasión, delegando en el Teniente Alcalde para acompañarles, mostrando así el aprecio del municipio por la labor religiosa, cultural y social que realiza la Iglesia. La jornada se cerraba con la visita a El Higueral, anejo de la parroquia de Tíjola y parte del municipio. Los vecinos se habían concentrado en la iglesia parroquial de San Antonio de Padua, y para ellos el Obispo celebró la Misa, confirmó a uno de sus miembros. Ya anocheciendo se detuvo todavía con los fieles y comentó el estado de las dependencias y la casa parroquial necesitada de rehabilitación. Eran cerca de las nueve de la noche cuando regresaba a Almería. Se hacía realidad una vez más la gozosa experiencia de la evangelización: «La ciudad se llenó de alegría» (Hech 8,8).
