Este viernes, a las 19:30h, la parroquia de San Pablo de la capital acoge una Vigilia de Oración como protesta contra la trata de personas en todo el mundo. Una celebración que organiza y convoca la Delegación Episcopal de Pastoral Caritativa y Social, el Secretariado Diocesano de Migraciones, Cáritas Diocesanas, RR. Adoratrices, Hermanas Oblatas, HOAC, Acción Católica General, y el Secretariado de Pastoral Social y del Trabajo.
Esta celebración se entronca con la celebración del día 8 de marzo: el día de la mujer trabajadora. Efeméride que hunde sus raíces en los sucesos acaecidos el día 8 de marzo de 1908, en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York, llamada Cotton, se declararon en huelga por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro.
También la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en la elección de este día internacional. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año.
Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo.