El pasado 25 de septiembre, en torno a las diez de la noche, daba comienzo la Vigilia de Espigas en la Catedral de la Encarnación. Cerca de un centenar de adoradores nocturnos procedentes de todos los turnos de la provincia se congregaron en el claustro para dar comienzo a la procesión de banderas que inaugura esta Vigilia anual. La situación sanitaria impidió que pudiera celebrarse el año pasado y muchos de los adoradores tenían muchas ganas de pasar esta noche junto a Jesús en la Eucaristía.
La celebración de la Misa presidida por el consiliario diocesano, Jesús Martín, fue concelebrada por dos de los capitulares, D. Francisco Escámez y D. Francisco Salazar. Durante la misma se llevó a cabo el rito de incorporación de nuevos adoradores, la imposición de insignias y el reconocimiento de los veteranos. El consiliario diocesano animó a todos a vivir en profundidad el carisma de este movimiento eucarístico que consiste en la reparación a Jesús durante las horas de la noche por las ofensas que recibe en el Santísimo Sacramento.
Después de los turnos de vela que llenaron toda la noche, cuando eran las seis y media de la madrugada, se organizó la procesión con el Santísimo que recorrió el claustro catedralicio. Todo terminó con la bendición, pidiendo al Señor que bendijese la labor de la nueva presidenta diocesana, D. Antonia Carrillo, elegida en el transcurso de la noche por medio de los votos de los presentes; así como los trabajos que se han de desempeñar a lo largo de este curso. Antes de regresar a sus hogares los adoradores pudieron compartir un desayuno en la cafetería del Hotel Catedral.
