«Y no somos más que servidores vuestros por amor a Jesús» es la frase de la segunda carta de los Corintios que ha elegido Francisco José Parrilla Fernández en la invitación de su ordenación de Diácono que se celebrará el próximo 6 de enero a las 11:30h en la Catedral de Almería. Francisco ve así cumplido un sueño que empezó en su pueblo de Serón a los 14 años. Su hermano hacía la comunión y un seminarista que estaba en la campaña del Seminario le dio una revista. Allí comenzó una inquietud vocacional, un proceso de búsqueda que se fue madurando en su parroquia y en las convivencias del Seminario.
Al principio su familia no lo entendió: un chico tan joven no podía saber todavía lo que quería. Pero su tesón, su ilusión y sobre todo la felicidad que irradiaba (lo que al final buscan todos los padres para sus hijos) han hecho que Carmen y Francisco, los padres del próximo diácono, estén ahora felices y orgullosos de que su hijo «sea cura». Ingresó en el Seminario Diocesano de Almería en el año 2006 y después de una larga preparación humana, espiritual y académica el obispo diocesano le ordenará para ser el servidor de todos en la próxima solemnidad de la Epifanía del Señor.
Confiesa que no han faltado dificultades en el camino. Aunque la etapa del Seminario ha sido gratificante siempre surgen dudas y tentaciones para cambiar de «rumbo». Pero el Señor es más fuerte y su ilusión nunca se resintió. «Parrilla» como le conocen los amigos es un hombre de calle, de pastoral: le encanta estar con la gente, es abierto y contagia esa alegría del evangelio de la que habla el Papa Francisco. Lo que más le ha gustado de su etapa de formación ha sido las campañas vocacionales en las parroquias, el trabajo pastoral y el compañerismo de los otros seminaristas.
Ya cuenta los días para el próximo día 6. Estará acompañado de su pueblo de Serón, de sus padres, de sus hermanos Saray y Alejandro, de sus compañeros del Seminario y de muchos amigos que podrán contagiarse de la ilusión y de tanto amor de Dios derramado en Francisco.