Después de tres meses de misión en Paita (Piura, Perú), el sacerdote diocesano Antonio Manuel Hernández Belmonte, natural de Almería, regresa con un mensaje claro: la solidaridad puede cruzar océanos. Gracias a la generosa colaboración de la familia Cosentino, se ha conseguido un contenedor solidario que partirá a finales de julio rumbo al puerto de Paita para llevar esperanza en forma de materiales muy necesarios.
Con el apoyo de nuestro Obispo y la Asociación de Voluntariado y Cooperación EsXti, esta iniciativa busca recoger materiales que en Perú son difíciles o imposibles de conseguir, especialmente en las zonas más empobrecidas.
¿Qué se necesita?
Durante los meses de mayo y junio, se invita a todas las parroquias, grupos y fieles a colaborar recogiendo o donando alguno de estos materiales:
Más prioritarios:
- Material deportivo y escolar
- Material de costura y peluquería (máquinas de coser, utensilios, etc.)
- Portátiles de segunda mano
- Estanterías, mesas y sillas plegables o de plástico
- Sillas de ruedas, taca-tacas y muletas
También se necesita:
- Alimentos para bebés (leche de continuación)
- Material sanitario básico (tiritas, gasas…)
- Utensilios de cocina, herramientas, planchas, hornos, etc.
- Libros, cuentos, cómics y material para biblioteca
- Material religioso en buen estado: ornamentos, vasos sagrados, imágenes…
- Ropa deportiva, de bebé y juvenil
“En nuestras parroquias a veces hay materiales guardados que podrían tener una segunda vida en las 14 capillas sencillas de Paita. Este es un momento para darles un nuevo uso al servicio del Evangelio”, nos recuerda Antonio Manuel.
¿Dónde dejar el material?
Puedes llevar tu donación a tu parroquia o salón asignado para la recogida. También puedes contactar por WhatsApp o llamada al 661 69 58 20 para coordinar la recogida en un punto concreto.
Antonio Manuel estará en Almería la primera quincena de julio para supervisar y recoger el material antes del envío. El contenedor partirá a finales de ese mismo mes.
¿Por qué ayudar?
Paita, una ciudad costera del norte de Perú con más de 140.000 habitantes, enfrenta una realidad de carencias extremas: desnutrición, paro, violencia de género, falta de agua, escasez educativa y de ocio para jóvenes, ausencia de oportunidades laborales y sociales…
Desde la parroquia, la Misión Regional Castilla y la asociación EsXti se están construyendo verdaderos “oasis en el desierto existencial”:
- Atención a más de 100 mujeres en la Casa de la Mujer.
- Capacitaciones en oficios (costura, panadería, osteopatía…).
- Ludotecas para más de 120 niños.
- Reinserción educativa de adultos.
- Becas alimenticias para más de 500 personas.
- Ollas solidarias para 360 familias.