La tarde del viernes, 2 de febrero, nuestro obispo D. Antonio ha celebrado la XXVIII Jornada de la Vida Consagrada con los consagrados y consagradas de la Diócesis. Este día la Iglesia celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, es fiesta de luz y esperanza.
El jubileo tenía lugar en una catedral llena hasta rebosar, en “un ambiente de fraternidad”. Comenzó con la procesión de las Candelas por el claustro que dio paso a la celebración de la Eucaristía con un magnífico coro acompañado por instrumentos, órgano, violín, flauta travesera y clarinete. Así lo expresaba una religiosa al finalizar la eucaristía: “salimos de la Catedral muy agradecidas. Se agradece la cercanía de nuestro obispo a los religiosos y religiosas, a los niños, a todos los presentes. Se percibe esa sintonía de sentirnos iglesia. Salimos llenos de fe y esperanza”.
Junto con D. Antonio concelebraban distintos religiosos presentes en nuestra diócesis y un gran número de comunidades religiosas presentes en distintos ámbitos de la pastoral: educativa, social…
El lema de la Jornada de este año “Aquí estoy Señor, hágase tu voluntad” subraya la actitud obediente de Jesús en todo momento a la voluntad de su Padre y pide a los cristianos, especialmente a los consagrados, esa misma actitud de ofrenda y entrega.
Lea aquí la homilía pronunciada en la celebración: