Rueda de prensa del Obispo de Almería con los medios de comunicación de la provincia.
El obispo de Almería, monseñor González Montes, ofreció el pasado miércoles, 16 de diciembre, un almuerzo con los medios de comunicación almerienses, representados por los directores de algunos de ellos como fueron el caso de Onda Cero, Cadena Cope, Canal Sur, Ideal o Interalmería TV, además de los profesionales especializados en la comunicación socio-religiosa de otros medios como Diario Almería, Agencia EFE, Ejido TV, Popular TV y La Voz de Almería.
Al término de la comida, el prelado agradeció a los periodistas la labor que realizan y su “necesaria colaboración” para informar verazmente de la vida de la Iglesia y de los que es “natural en ella”, en un momento en el que, según el Sr. Obispo, “la Iglesia ha visto cómo, en el seno de esta sociedad de historia y cultura católica, algunos sectores más beligerantemente laicistas han pretendido no sólo retirar los signos cristianos de los ámbitos públicos, sino imponer una ideología que, con el pretexto de neutralidad, pretende en realidad recluir las manifestaciones de la fe cristiana al reducto de la vida privada”.
“Es reconfortante –continuó- pensar que hombres públicos como el presidente de la República Francesa hayan tenido el coraje de manifestar que la sociedad europea es incomprensible sin el cristianismo y que, tal vez, Francia deba una disculpa al cristianismo por los excesos cometidos contra el mismo por el laicismo francés”.
Aseguró que “en una sociedad abierta y democrática, la pretensión de recluir el cristianismo en las conciencias es una empresa ideológica contraria a la Constitución Española y a la misma ordenación democrática de la sociedad. La fe tiene una indudable presencia pública porque impregna la totalidad de la vida de las personas que la profesan y, por tanto, su misma forma de proceder como colectividad creyente. Sería por eso triste constatar que aquellos que han venido reclamando libertad democrática para sí mismos y lamentando la falta de respeto hacia las minorías, quisieran ahora imponer a todos un laicismo que, paradójicamente, no deja de tener manifiesta tendencia al totalitarismo y al pensamiento único”.
En esa misma tesitura, monseñor González Montes aseguró a todos los profesionales de la comunicación que se dieron cita que “este laicismo se deja sentir en los medios de comunicación con gran fuerza cuando se silencian los acontecimientos religiosos, como si la religión cristiana fuera una realidad que a nadie interesa, salvo por su alcance social o político. Todo indica que la religión no es valorada por su propia identidad como realidad constitutiva de la persona y de los pueblos, sino por los beneficios que pueda aportar en el orden patrimonial o asistencial. En ocasiones, el empeño por desacreditar a la Iglesia Católica lleva a magnificar los errores y pecados de los católicos y particularmente de los ministros sagrados. Se trata de un procedimiento argumentativo de descalificación, cuyo fin último es el destierro de la religión al mundo confuso y arbitrario de las simples creencias y opiniones de los individuos. En definitiva, sigue teniendo vigencia entre nosotros aquello mismo que la historia reciente de Europa ha desacreditado de todo punto tras la caída de un sistema totalitario inspirado por la frase de Marx:que la religión no tenga ni esencia ni reino”.
Por ello, el obispo de Almería pidió a todos lo periodistas y directores de los distintos medios informativos “objetividad libre de sectarismos ideológicos a la hora de presentar en los medios de comunicación los acontecimientos religiosos y el magisterio moral de la Iglesia sobre la dignidad de la persona. Resulta lamentable ver cómo se ha pretendido censurar parlamentariamente la libertad de expresión religiosa”.
“Sólo una información libre de prejuicios –añadió- sirve a la verdad y contribuye a la construcción de la paz social. La divulgación de medias verdades, de interpretaciones no contrastadas y de cuanto sólo escandaliza y nada construye termina por entregar a la persona a una descripción de las cosas deprimente, como recientemente recordaba el Papa Benedicto XVI: una visión que puede llegar a ser aterradora, porque induce a una vida sin dignidad y sin esperanza. Donde el ser humano deja de ser contemplado en su prodigiosa capacidad de amor y el amor es prostituido como mero deleite pasajero, ¿qué esperanza puede caber? ¿Qué esperanza puede tener una sociedad que suprime la vida en gestación en el seno materno?”.
“La excesiva, si no la mera comercialización y politización de la comunicación – concluyó- no construye, destruye el pensamiento y termina por helar el corazón. Por eso quisiera alentarles a no desfallecer en el cotidiano esfuerzo por lograr una comunicación al servicio de las personas y de la sociedad. Al felicitarles hoy la Navidad quiero desearles las bendiciones del Niño de Belén, para ustedes y sus familias, al tiempo que los mejores éxitos para las empresas de comunicación en las que trabajan y para todos sus trabajadores, para que pronto podamos superar este tiempo de crisis económica y social”.
Tras su intervención, periodistas y directores prosiguieron la sobremesa con un fluido diálogo con el obispo de Almería, quien atendió las distintas preguntas que los periodistas le formularon acerca de la vida diocesana en este curso y los eventos que marcan el presente de la Iglesia en España.