De la Virgen del Saliente en Albox. El pasado domingo, 2 de mayo, la imagen de Nuestra Señora de los Desamparados, o del Buen Retiro, la Virgen del Saliente, dejó su Santuario para recorrer los 20 kilómetros que distan hasta el núcleo urbano de Albox, donde permanecerá dos semanas, una en cada parroquia, recibiendo las mejores muestras de devoción y cariño de su pueblo, así como de las comarcas de los Vélez, Almanzora y todo el Levante almeriense. Contiene archivo fotográfico al final de la noticia
Esta tradición de “bajar a la Virgen” a su pueblo, se viene realizando en las últimas décadas cada cinco años y durante las dos primeras semanas del mes de Mayo. Anteriormente, las visitas de la imagen de la “Pequeñica” a Albox, sólo se realizaban en conmemoración de efemérides o con motivo de rogativas o acontecimientos especiales sin periodicidad establecida. A partir de los años setenta del siglo pasado, se determinó que fuesen los años que terminan en 0 y en 5, como inicio y ecuador de cada década.
No obstante, con motivo de la Coronación de la Imagen en 1.988, se institucionalizaron las bajadas en 1.993 y 1.998, volviendo con el Jubileo del año 2.000 a realizar estas visitas cada cinco años coincidentes en 0 y en 5. De manera extraordinaria, la imagen tan sólo ha salido dos veces del término municipal de Albox: por un lado, con motivo de la celebración del Año Santo Mariano en 1.954 participó en la ciudad de Almería en la concentración de imágenes marianas de la diócesis; y por otro, en 1.987 fue trasladada durante unos días a la localidad vecina de Oria.
Siguiendo la tradición, en torno a las 06:00h del primer domingo de mayo, la imagen salió de su camarín, ubicado en la Sierra de las Estancias, para comenzar su divina visita en un humilde trono de madera, y así recorrer la distancia que separa la Explanada del Santuario del Saliente y la Plaza Mayor de Albox.
Durante las primeras horas de la madrugada la Virgen va descubierta. Pero tras descender la cuesta del Monte Roel, con las primeras luces del día, el trono se cubre con una tela blanca para evitar el polvo del camino y el sol deterioren la sagrada imagen.
El trayecto se realizó por veredas repletas de almendros, olivos, cortijos inmemoriales, acequias y fuentes de agua cristalina que parece manar con música de fiesta. Este recorrido apareció jalonado de arcos de palmera y guirnaldas de limonero, de altares a modo de descanso que florecen en el cauce seco de la rambla para que en ellos se pose, durante unos instantes, el trono que porta la Virgen del Saliente.
Cada barriada rural saluda a la “Pequeñica” con estas maravillosas muestras de religiosidad popular, con esta arquitectura tan efímera como la estancia de la talla en su pueblo. Es también tradición que sea portada a hombros por sus devotos y que en cada altar del camino pare a ser enaltecida con cohetes, rezos y canciones. Los peregrinos la acompañan cada vez en mayor número, entre cantos, oraciones, llantos y vivas a la Madre de Dios. Las flores de los cortijos, a cada paso, se van posando junto a la urna que contiene la imagen: rosas, azucenas, calas, celindas, clavellinas.., forman un mosaico multicolor que brota de fe del pueblo.
En la pedanía de Las Pocicas, tras ser recibida por Santa Bárbara, la comitiva repuso fuerzas y el trono descansó en el pequeño templo, donde se celebra una misa alrededor de las 09:00h.
Prosiguió el camino, y entre adelfas y tarays, la Virgen del Saliente y sus peregrinos se volvieron a adentrar por la rambla. A mediodía se rezó el Ángelus, para proseguir el fatigoso y caluroso camino por senderos de greda y piedras, hasta ser recibida sobre las 13:00h por San Isidro en el Llano de los Olleres, donde permaneció unas horas y en cuya iglesia también se celebró la Eucaristía.
Llegada la tarde, la peregrinación continuó rambla abajo, incorporando cada vez más romeros que acompañan a la Virgen del Saliente en su último trayecto hasta llegar al núcleo urbano de Albox. Sobre las 20:00h, San Roque recibió la Virgen del Saliente en la llamada Fuente del Marqués, para custodiarla entre un gentío que ya es incontable.
La blanca funda de tela que cubría el fanal se levantó, desbordando la alegría de los fieles presentes en la explanada de la plaza del pueblo, a la vez que se entonó el canto de la Salve popular de Albox; partitura que data de mediados del siglo XVIII.
Todo estaba engalanado como merecía la ocasión. Los presbíteros que pasaron por las parroquias albojenses, así como su actual párroco, Rafael Zurita, acompañaron al prelado de Almería, monseñor González Montes, quien presidió la Eucaristía en honor a la Virgen del Saliente.
El sábado, 8 de mayo, tras la solemne eucaristía de las 20:00h, la imagen visitará la ermita de San Antonio en el Barrio Alto y allí será velada toda la noche entre cánticos y cohetes. A la mañana siguiente, 9 de mayo, vuelve otra vez a la iglesia de Santa María, para procesionar, al atardecer, hacia la otra parroquia del municipio, Ntra. Sra. de la Concepción, en el barrio de San Francisco o de la Loma, donde se quedará esta segunda semana hasta el sábado 15 de mayo por la noche, cuando recorrerá este barrio, volviendo a Santa María.
En todos estos tramos de recorrido, de nuevo los altares hacen descansar a la Virgen en su trayecto, y para ello, las calles y plazas se alfombran de las flores más olorosas, las aceras se llenan de macetas y se levantan artesanos arcos de ramajes, mientras balcones y ventanas lucen mantones, cobertores y colgaduras en honor de la Madre de todos los albojenses, que los honra con su presencia.
También los templos se llenan en estos días de ofrendas de las flores más diversas, creando impresionantes composiciones que ocupan más allá del altar mayor, desbordando las escaleras del atrio.
Durante la estancia en las parroquias de Albox, todos los días los templos permanecen abiertos desde primeras horas de la mañana hasta más allá de la medianoche, sucediéndose los rezos del Santo Rosario. Se celebra misa cada día a las 20:00h, organizada por distintos colectivos de la localidad y de la comarca, y ofrecidas por diversas intenciones.
Antes de amanecer, el domingo 16 de mayo, la imagen de nuevo será colocada en su fanal dorado para emprender el camino de vuelta hacia la sierra de las Estancias, hasta su Santuario. Una Salve en la Plaza del Pueblo sirve de despedida del núcleo urbano, mientras el cortejo desanda melancólico el camino que dos semanas atrás recorría ansioso.
En este trayecto, y a la inversa que en la bajada, se celebra misa por la mañana en el Llano de los Olleres, y a mediodía en Las Pocicas. A partir de entonces, son las cortijadas más cercanas al paraje del Saliente las que se alegran de la vuelta de la Imagen, y lo celebran con arcadas de flores, pilares de pino y retamas. Al pie de Monte Roel, es ahora Santa Rosa quien recibe a “la Pequeñica”, y la conduce hasta su Santuario, donde permanecerá hasta que dentro de cinco años otra vez derrame su gracia por estas veredas, y Albox vuelva a soñar con tenerla más cerca.
