El sábado día 4 del presente mes de octubre, la populosa ciudad del Ejido celebraba por primera vez la solemnidad de su Patrona, que desde ahora y después de convenir un acuerdo definitivo sobre la fecha, se celebrará, siguiendo la normativa litúrgica de la Iglesia, el sábado anterior al primer domingo de octubre, después la fiesta de la Natividad de la Virgen (8 de septiembre) y antes de su Presentación en el templo (21 de noviembre).
En la solemne misa estacional, que presidió el Obispo de Almería, el templo matriz de El Ejido, la parroquial de San Isidro Labrador estaba a rebosar de fieles, que siguieron incluso desde la plaza de la iglesia la celebración de la Misa. Al comienzo de la celebración, el Obispo pidió fuera leído el decreto episcopal que regula la celebración de esta entrañable fiesta patronal mariana. La satisfacción de todos fue grande y no podía ser de otra manera, dada la atención que el Obispo diocesano viene prestando a la piedad popular y su acomodación a la liturgia de la Iglesia.
La Inmaculada Niña, la por todos amada en El Ejido como «Divina Infantita» tiene su fiesta a satisfacción de la Iglesia y del Ayuntamiento. La Corporación ha querido este año honrar a su Patrona con la entrega solemne, al final de la Misa, del «Bastón de Mando» a la que considera verdadera Regidora de la fe que alienta en las poblaciones de este próspero municipio almeriense, de tan hondas raíces cristianas.
El Alcalde Presidente de la Corporación, Francisco Góngora Cara, colocó a los pies de la Divina Infantita la vara de Regidora Honoraria del Ejido; y entregó el Escudo de la Ciudad al Obispo, para que lo colocara en una bandeja a los pies de la Patrona.
En su homilía el Obispo recordó a todos el alcance social de la fe cristiana, invitando a los católicos que tienen responsabilidades en la vida pública a ser consecuentes con su fe y defender los valores evangélicos, respetuosos con todos, pero sin complejos, buscando proponiendo siempre leyes justas y desechando cuanto de injusto tienen las amenazas que se ciernen sobre la vida de los no nacidos; y defendiendo al mismo tiempo la necesidad de combatir la precariedad y marginación de los pobres y necesitados.
