El municipio almeriense de Sorbas acogió recientemente la Vigilia Especial de Espigas, que anualmente celebra la Diócesis de Almería de la Adoración Nocturna Española. Y que este año se ha celebrado en este municipio del Campo de Tabernas, conocido también por «Cuenca la Chica», coincidiendo con el Centenario de la fundación en Sorbas de una Sección de la Adoración Nocturna Española.
Más de cuatrocientas personas entre feligreses, adoradores y familiares de las Secciones de Almería (Turnos de «Santiago Apóstol», «Inmaculada y San José», «Espíritu Santo», «Virgen del Mar y San Pío X» y «Santa Teresa de Jesús»), Abla, Berja, Cantoria, Dalías, El Ejido, Fiñana, Gádor, Huércal Overa, Lucainena de las Torres, Purchena, Roquetas de Mar, Serón, Sierro, Sorbas, Tabernas, Tíjola y Vera, participaron en esta Vigilia caracterizada por el fervor y el recogimiento con que se celebró y la gran acogida por parte de los Sorbeños.
Una vez recibidas las Secciones participantes en la Ermita de «San Roquillo» por Párroco de Santa María de Sorbas, se celebró la procesión de Banderas desde la Ermita hasta la Iglesia Parroquial de «Santa María» por diferentes calles del municipio, alternándose durante el recorrido los cantos de los adoradores y los acordes de la banda de música «Santa Cecilia» del municipio.
Concluida la Procesión, dio comienzo la Vigilia. Los sacerdotes celebrantes estuvieron administrando el Sacramento de la Penitencia durante el rezo del Santo Rosario y de Vísperas.
Tras la Exposición del Santísimo, al término de la Eucaristía y el rezo de la Oración de presentación de Adoradores, se desarrollaron los diferentes Turnos de Vela, celebrándose durante este tiempo la reunión en el Salón Parroquial de la Asamblea Diocesana.
A la conclusión del último Turno de Vela, se rezaron Te Deum y Laudes, teniendo lugar la Procesión con el Santísimo Sacramento por las calles de Sorbas, dentro de un gran fervor y con la asistencia de gran número de sorbeños, encontrándose balcones, ventanas y calles de todo el itinerario engalanados, así como dieciséis altares levantados para acoger a Jesús Sacramentado. Durante la procesión se procedió a la tradicional «bendición de los campos» desde el mirador «El Porche».
Finalizada la procesión, se procedió a la bendición y reserva del Santísimo, terminando la Vigilia con el canto de la Salve a la Virgen. Concluida la Vigilia los asistentes degustaron chocolate y repostería del municipio en un desayuno de Hermandad.