En torno a la fiesta de la Bienaventurada Virgen de Lourdes, la Iglesia pone en marcha una nueva Jornada de la pastoral de la salud, este año con el lema “Cuidémonos mutuamente”. La campaña comenzará el 11 de febrero con la Jornada Mundial del Enfermo y terminará el 9 de mayo, VI domingo de pascua, con la Pascua del Enfermo.
Como no podía ser de otro modo, la Jornada Mundial del Enfermo 2021 tiene en cuenta la especial situación en la que nos hallamos y, por este motivo, presta atención a la realidad poliédrica del mundo de la enfermedad fijándose en sus actores. Como afirma D. Manuel Pozo, director del secretariado diocesano de Pastoral de la Salud “La fragilidad, en verdad, está habitada por muchos rostros: las personas que sufren la enfermedad, sus familiares y amigos, las personas que dedican su vida al cuidado de los enfermos y tantas otras personas que hacen posible un cuidado humanizado”.
Este año se nos invita a ahondar en el sentido profundo del cuidado mutuo. No es un camino unidireccional, sino que en un sentido amplio también el que sufre la enfermedad contribuye a la salud del que le cuida.
En una misiva dirigida a todos los sacerdotes, religiosos y a todos los diocesanos, D. Manuel Pozo recuerda que “esta Campaña nos urge a descubrir la necesidad del cuidado personal, sin narcisismos, para cuidar bien a los demás. Nos propone todo un reto para sacerdotes en general, capellanes y fieles agrupados en torno a los equipos de atención a enfermos: cuidarse para cuidar a los demás. La obra de misericordia de visitar a los enfermos, a poco que estemos atentos, se convierte para nosotros en lugar de crecimiento personal. Todos necesitamos del bálsamo del amor y cercanía del otro; todos, con el paso del tiempo, sentimos la herida de la limitación y la fragilidad”.
La singularidad de la Campaña de atención a los enfermos, que tiene su punto de arranque en la Jornada Mundial del Enfermo (11 de febrero de 2021) y su culminación con la Pascua del Enfermo (9 de mayo 2021), no agota nuestro amor de predilección continuo por los enfermos.
Como recuerda el Papa Francisco “una sociedad es tanto más humana cuanto más sabe cuidar a sus miembros frágiles y que más sufren”. El sucesor de Pedro nos anima a caminar hacia esa meta “procurando que nadie se quede solo”.
