Fieles a la costumbre, el sábado antes del último domingo agosto, la diócesis almeriense celebra a su patrona. Celebrada la ofrenda floral y la misa solemne, el pasado domingo 28 de agosto, la Virgen del Mar salía a la calle en olor de multitudes para bendecir a los miles de almerienses que no quisieron perderse la procesión que pone punto final a las fiestas almerienses.
Uno de los momentos más emocionantes de la procesión, es la llegada de la patrona a la plaza circular. Allí, con toda la ciudad congregada, mira al mar mediterráneo, se canta su himno y el obispo almeriense pronuncia unas sentidas palabras en las que pide a la Virgen del Mar por las necesidades de toda la sociedad almeriense.