
Tras la gran celebración de apertura del Año Jubilar, la Catedral de Almería celebra su primer acto jubilar con la Eucaristía dominical presidida por el Obispo diocesano Mons. Antonio Gómez Cantero, en la conmemoración del trigésimo aniversario de la beatificación en Roma el 10 de octubre de 1993 del Obispo mártir de Almería Beato Diego Ventaja Milán, el Obispo Mártir de Guadix Beato Manuel Medina Olmos, y los siete Hermanos de las Escuelas Cristianas del Colegio de La Salle de Almería: Beatos Aurelio María, Valerio, Evencio, Teodomiro, José, Amalio y Edmigio.
Juntos subieron a los altares y juntos se han celebrado hoy, treinta años después, como el mejor tesoro de la Iglesia de Almería, junto con los distintos religiosos mártires beatificados desde 1992 y los 115 Mártires de Almería beatificados el 25 de marzo de 2017, cuya arqueta relicario ha sido colocada y bendecida en la Capilla dedicada a los Mártires. Antes de la Eucaristía, don Antonio ha bendecido esta pieza que contiene reliquias de todos los Beatos Mártires de Almería.
Los familiares del Beato Diego Ventaja, la comunidad de los Hermanos de La Salle de Almería junto con una representación de la comunidad educativa de los dos Colegios que tienen en nuestra capital, así como numerosos familiares de Mártires y devotos llenaron este templo para celebrar la Eucaristía de acción de gracias y así ganar la indulgencia jubilar en las condiciones acostumbradas de confesión sacramental, participación en la Santa Misa, Comunión y oración por las intenciones del Santo Padre Francisco, como recordó el Deán de la Catedral.
En la homilía, el Obispo de Almería, visiblemente emocionado, recordó la dicha de poder celebrar con el báculo que el clero almeriense regaló al beato Diego Ventaja cuando fue consagrado obispo en 1935, llegando a la sede almeriense el 16 de julio de aquel año y dando la vida como mártir el 30 de agosto de 1936. Los Mártires son el mejor fruto de esta viña de la que formamos parte y nos ayudan desde el cielo a dar fruto a los que nos toca vivir hoy la fe.
Tras la Eucaristía el Obispo saludó a los asistentes, que pudieron recibir una estampa reeditada como la de hace 30 años así como un material para orar por la paz con la invocación de los Beatos Mártires.