Del 3 al 5 de octubre de 2025, la diócesis de Almería celebró por primera vez las Jornadas de Primera Iniciación al Oratorio de Niños Pequeños, una experiencia novedosa y profundamente evangelizadora que propone un camino sencillo para iniciar a los más pequeños en la oración y el encuentro con Dios.
Organizadas por la Parroquia de Nuestra Señora de las Angustias de Viator, las jornadas tuvieron lugar en la Casa de Oración de los Partidores y estuvieron animadas por el P. Gonzalo M. Carbó Bolta junto a un equipo de Cooperadores de la Verdad de la Madre de Dios. La propuesta, presente ya en diversas diócesis, llegó a Almería con el deseo de renovar la pastoral infantil y ofrecer un recurso valioso para la iniciación cristiana.
La participación fue numerosa, con alrededor de 40 asistentes entre catequistas, sacerdotes, religiosos, padres y educadores. La representación más amplia procedía de la Parroquia de Viator, aunque también participaron miembros de La Vega de Acá, de las parroquias de Níjar, Vera y Adra, así como de la parroquia murciana de Torreagüera y del movimiento Hogares Nuevos de Granada.
Durante el fin de semana se combinaron momentos de oración, formación teológica y pedagógica, reflexiones compartidas y celebraciones con los propios niños, mostrando cómo los más pequeños son capaces de orar y descubrir a Dios como Padre cuando se les acompaña adecuadamente.
El Oratorio de Niños Pequeños no es solo un método, sino una experiencia viva de fe que ayuda a los niños a cultivar una relación personal con Dios desde la infancia. D. José Rodríguez Bonilla, sacerdote almeriense y organizador de las jornadas, destacó que “el oratorio es una apuesta en práctica, un camino para iniciar y alimentar la experiencia de Dios en los niños y acompañar su formación catequética a través de la oración y el encuentro con el Señor”.
Asimismo, subrayó que esta experiencia también ha supuesto un aprendizaje para los adultos: “Nos hemos dado cuenta de que la obra de la evangelización no depende solo de nuestras capacidades o métodos, sino que exige confianza, apertura y docilidad al Espíritu Santo. No debemos ser obstáculo, sino mediación, para que los niños se acerquen a Dios”.
Los participantes coincidieron en la necesidad de renovar las catequesis, alejándolas de un modelo meramente académico basado en fichas o actividades, para conducir a los niños al verdadero encuentro con el Señor, enseñándoles a dirigirse a Dios como a un Padre cercano y amoroso.