El domingo de Ramos abría la Semana Santa en la catedral de Almería, con gran afluencia de fieles y no pocos visitantes. La liturgia de la Palabra que conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén se celebró en el Claustro de las procesiones, un ejemplar neoclásico único en toda Andalucía. El Obispo bendijo los ramos de palma y olivo y se realizó la procesión bajo los soportales claustrales, para entrar procesionalmente en la Catedral desde el Claustro. Siguió la santa Misa en la pasión del Señor, con la lectura de la historia de la pasión del Señor que este año corresponde a la crónica del evangelista san Mateo. Los ministros de la Palabra realizaron la lectura que se interrumpió en el momento en que la crónica narra la muerte del Señor en la cruz, para adorar el gran misterio de nuestra redención y meditar en silencio hasta dónde ha llegado la humillación del Hijo de Dios.
El Obispo explicó en la homilía el recorrido de la pasión de Cristo y se detuvo en las secuencias que el evangelista articula en su relato, para extraer de ellas las enseñanzas morales que encierra la pasión y la Iglesia propone a los fieles. Reproducimos a continuación la homilía de Mons. González Montes.