Caminamos juntos en la fe en nuestras parroquias: los laicos, los sacerdotes, los miembros de vida consagrada. Queremos que nuestras comunidades parroquiales sean lugares de oración y encuentro con Dios, de acogida y escucha. Para ello existen los Consejos pastorales parroquiales, que existen en muchas de las parroquias de nuestra diócesis, en la que los representantes de cada grupo parroquial colaboran con el párroco en el fomento de la acción pastoral y en la organización de las actividades propias de la parroquia, porque todos compartimos la misma misión en la Iglesia de testimoniar y anunciar la alegría de la fe. También es necesario que existan en nuestras comunidades Consejos parroquiales de asuntos económicos para ayudar al párroco en la administración de los bienes de la parroquia, siempre desde el mismo objetivo, que a todos llegue la vida de Cristo.
En nuestra diócesis de Almería ya existen estos Consejos en algunas parroquias pero es necesario que se constituyan en todas, como así fue expresado en la consulta sinodal que trabajamos el curso pasado y que recoge la programación pastoral diocesana para el bienio 2023-2025, pues caminar en comunidad para evangelizar reclama la existencia de estos instrumentos fundamentales de sinodalidad en nuestras parroquias que fomenten la escucha, el diálogo y el discernimiento compartido, como pide la Iglesia en este camino sinodal que se concrete «en sus instituciones, estructuras y procedimientos, para constituir un espacio en el que la común dignidad bautismal y la corresponsabilidad en la misión no sólo se afirmen, sino que se ejerzan y practiquen» (Instrumentum laboris para la primera sesión del Sínodo de los Obispos 2023, nº 21).
Para favorecer su existencia y alcanzar una mayor eficacia en su funcionamiento, nuestro Obispo don Antonio, recogiendo la deliberación del Consejo presbiteral y del Consejo pastoral diocesano, decretó la constitución de estos dos Consejos en todas las parroquias, según los nuevos Estatutos marco aprobados: todo un avance en corresponsabilidad y participación, comunión y misión compartida para nuestras comunidades parroquiales.
